Gastronomía

Destinos con sabor: Salamanca. José Manuel Pascua inicia su ruta en Eunice Hotel Gastronómico y la continúa en Bambú y en el restaurante Rivas

En sus vacaciones, se deja caer por La Taberna del Rey, en El Rocío, y por

El Navegante, en Matalascañas

José Manuel Pascua
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Según llegas «es como regresar al pueblo durante el verano y ser recibido con el afecto y la hospitalidad propios de una abuela», dice José Manuel Pascua, cocinero y propietario de Eunice Hotel Gastronómico, que lleva el nombre de la suya: Eunice. Se trata de un atractivísimo hotel boutique de trece habitaciones, que nace como tributo a los valores y enseñanzas que ella le inculcó.

Asimismo, cuenta con dos conceptos en los que apuesta por una culinaria honesta y transparente basada en recetas elaboradas con materias primas locales de temporada a las que aplica técnicas tradicionales y el respeto a los tiempos de cocina. Se refiere a Pascua y Yantar, en el que el menú degustación es tan espectacular como los desayunos, se lo aseguro. Se elaboran en el momento en una cocina vista y en la propuesta líquida no hay zumo establecido, ya que depende de las frutas de temporada para disfrutar con esas piezas de la pastelería salmantina emblemáticas con recetas casi olvidadas. De ahí que destaquen la raqueta o el bizcocho con limón y anís, así como unas sublimes mantequillas y el tomate confitado a degustar con los ibéricos y la tortilla abierta de verduras, hortalizas o con proteína animal.

José Manuel Pascua
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Entre gambas y vinos de Jerez

En su escapada, la siguiente parada ha de realizarla en Vega de Tirados, donde se encuentra el restaurante Rivas, que coloca en el escenario gastronómico nacional porque «el cocinero trata el producto de una manera semejante a la nuestra. Merece la pena probar cualquier plato tradicional y los guisos son espectaculares». Entre ellos, llaman la atención, prosigue, los garbanzos con boletus o con cigalas y las patatas a la importancia. Un consejo, estos días no deje de pedir la ensalada de perdiz escabechada, el calamar con oreja y las albóndigas trufadas. Para culminar el festín, la sopa fría de chocolate blanco con toffee y frutos rojos. Un destino a tener en el radar, como también lo es Bambú Tapas y Brasas, cuya visita siempre aconseja, porque «es el origen de mi cocina. Es donde yo empecé», apunta, un espacio con una cocina divertida y viajera. Ojo, insiste en que todo comensal debe probar el huevo de pato trufado, delicia que hace años fue reconocido como el «pincho de oro», el donut de ají de gallina, la presa ibérica al estilo Gochujang, el tataki de lomo de atún rojo y «el flan que nunca te has comido de pequeño». Sí, así lo denomina. En cuanto al vino a pedir, se considera un gran amante de los ejemplares de Ribera del Duero y de los del Marco de Jerez, como Leonor, el palo cortado «rebelde», de González Byass.

Seguimos porque, ¿tienen planeado perderse por Santander? Si es así, tras el baño en la playa de El Sardinero ocupe su mesa en el restaurante Cadelo, donde Pascua se decanta por la lubina frita con adobo de ají panca. Porque sí, es de norte, pero también de sur. En concreto, también desconecta en la playa de Matalascañas (Huelva). Ojo, tomen nota, porque saber que un chef recomienda un chiringuito, que en este caso es El Navegante, es como para ir sin pensarlo, más si nos aconseja qué pedir: unas gambitas con una manzanilla o un oloroso. Por último, en El Rocío se deja caer por La Taberna del Rey para rendirse ante unas coquinas y unos langostinos de Sanlúcar siempre con una manzanilla en mano.

► Dónde: Plaza de Monterrey, 3, 5.

Salamanca.

► Experiencia completa: 500 euros.

► 923 880 822.

eunicehotel.com