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Gazpacho y salmorejo: en qué se diferencian y cómo prepararlos a la perfección

Las elaboraciones estrella del verano español comparten sus similitudes, pero también poseen diferencias que las hacen aún más únicas

Plato de salmorejo cordobés Pixabay

En el Olimpo de la gastronomía española, varios de los ingredientes más selectos de nuestra oferta debaten en torno al plato estrella del verano. El queso manchego, el jamón serrano y el aceite de oliva se hacen a un lado para presenciar un duelo destinado a repetirse todos los años. Y es que, en cuanto a gustos se refiere, el gazpacho y el salmorejo gozan de sus partidarios.

Presentadas como opciones saludables y frescas para los meses de calor, ambas recetas son siempre una apuesta segura para servir a familia, amigos e incluso uno mismo. Según un estudio realizado en 2022 por Zumos y Gazpachos de España, casi la totalidad de la población consume estos dos platos, con el 4% de los españoles incluyéndolos hasta en sus desayunos.

Estas elaboraciones frías, sin embargo, poseen cada una sus propias cualidades, lo que las hace únicas y especiales en determinadas ocasiones. Si bien sabemos que no poseen ni el mismo sabor ni la mesa textura al saborearlas, hay más factores implicados en la que sin duda alguna es la ecuación culinaria del verano español.

La técnica y las proporciones

En primer lugar, hay que dejar clara la definición tanto de gazpacho como de salmorejo. En el caso del primer plato, este se trata de una sopa de hortalizas, ya que su contenido se puede beber en un vaso. Para el plato de origen cordobés, sin embargo, no ocurre lo mismo, ya que es una emulsión. Traduciéndolo a un lenguaje más coloquial, es una crema de textura más espesa.

Durante la preparación de ambas elaboraciones, uno de los ingredientes clave a la hora de discernirlas es el agua. Para el gazpacho, una de las formas más comunes de incluirla es añadiéndosela a las hortalizas una vez vayamos a triturarlas. En el salmorejo, al contrario, no se añade agua en ninguna parte del proceso, haciendo que se cree una crema consistente.

Los ingredientes y las guarniciones

Ambos platos comparten ingredientes imprescindibles para sacar a relucir su sabor. Sin el tomate, el pan duro, el aceite de oliva y el ajo, ninguna de estas recetas nos sabría tan bien. La particularidad surge cuando al gazpacho se le añade también pepino, pimiento y vinagre, mientras que el salmorejo destaca por utilizar más pan y ajo que su contraparte.

Para finalizar, hay que tener en cuenta que cada plato suele servirse acompañado de otros ingredientes para aderezarlos. Si bien el gazpacho y los picatostes de pan son una combinación ganadora, el salmorejo no sería capaz de triunfar como lo hace si no fuera por el huevo duro picado y los taquitos de jamón ibérico.