Restaurantes en Madrid

Llega la primavera a La Morena con su nueva carta

Su apuesta gastronómica se basa en adaptar el género de la variada despensa gaditana a las técnicas y las recetas del Sudeste Asiático y Latinoamérica

Restaurante La Morena, en Madrid
Restaurante La Morena, en MadridImbolc

La Morena es el proyecto de Brayan Sevilla y Luis Salinas que se ha ido consolidando con acierto y sentido común desde que aterrizó en Madrid a finales del pasado verano. Su apuesta gastronómica basada en adaptar el género de la magnífica y variada despensa gaditana a las técnicas y las recetas del Sudeste Asiático y Latinoamérica, ha sabido crear adeptos en pocos meses. Una cocina sabrosa que en su nueva carta llega con platos orginales anunciando la ansiada primavera madrileña y que seguro volverá a dar que hablar en esta nueva temporada.

La trayectoria de Brayan Sevilla es larga a pesar de su edad. Ha formado parte del equipo de cocina de Ramón Freixa, quien le inculcó el respeto por el producto y el esmero en las elaboraciones en los restaurantes Ático y Arriba y Luis Salinas es CEO fundador, con una trayectoria larguísima como consultor en el mundo de la restauración.

El viaje gastronómico de La Morena por tres continentes arranca en México, con dos tipos de pan, sarraceno y de lino. El aperitivo de Crujiente de arroz con mayonesa de kimchi y sardina ahumada combina Corea con Andalucía. Exactamente lo mismo que hace uno de sus “hit”: el Samm de cazón en adobo con mayonesa de kimchi, crujiente de cerdo, cebolla frita y rabo de cebolleta.

Si del Sudeste Asiático hablamos, son inevitables los curries. Aquí el rojo tailandés acompaña a unos mejillones que se han convertido, por su facilidad para compartir al centro en uno de sus imprescindibles.

Su carta más fresca anuncia otras entradas también para compartir como el Panipuri de papa alñá y atun encebollado, los Boquerones de escabeche de mango con picada de frutos secos y sweet chilli, el Bao de pringá jerezana, emulsión de comino y pepino encurtido o el Okonomiyaki, picaña asada y emulsión de hoisin.

El producto estrella de Cádiz, el atún rojo (aquí uno de los mejores atunes del Estrecho, el JC Mackintosh), se presenta en elaboraciones como el Marmitako con huevo frito y merkén chileno, o con manzana asada, crema de limón y picada de pistachos. Para los más carnívoros, el Steak tartar con emulsión de Dijon, chipotle y yema curada o el Jarrete de cerdo confitado al Oporto, salsa black pepper y trinchat coreano, te dejarán con ganas de volver. Los postres buscan un buen final con el Flan embotado o el Cremoso de Cheesecake con culí de mango .

La experiencia se completa con una bodega que contiene 200 referencias de las más destacadas Denominaciones de Origen con indudable protagonismo de espumosos y generosos que son fieles acompañantes de esta propuesta gastronómica.

Su decoración es obra del interiorista Fran Cassinello del estudio Mandalay Interiorismo basada en varias gamas de azules mezcladas con blancos y dorados para dar calidez, glamour y lujo; alfombras con dibujos de olas , suelos de cerámica de la firma italiana Emil que brillan como si estuvieran mojadas por el agua y cortinones de terciopelo que consiguen sensación de confort y teatralidad. Caña, bambú y colores vivos y luminosos que son una alegoría al mar y a la cocina que aquí se practica.

El restaurante cuenta con dos plantas: una sala principal en la planta a calle con mesas bajas y barra para comer y una capacidad para 35 comensales; y en la planta superior un precioso espacio donde se puede terminar la sobremesa con el café, buena música y tu copa favorita. También se puede reservar para eventos privados con capacidad para unas 40 personas.