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Vinos de Portugal

El próximo domingo 16, Open Day en la bodega Fitapreta de Évora (Portugal)

Se trata de una de la mejores bodegas del Alentejo portugués y, por extensión, de toda Portugal

Una de las salas de la bodega acondicionada para el enoturismo Armando Jorge Jota Ribeiro

El proyecto Fitapreta comenzó con el primer vino de António Maçanita, que jamás habría sido posible sin la presencia indispensable de otro gran nombre: David Booth. António y David se conocieron en una cena familiar. Y de la amistad se pasó a los negocios.

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La finca, que celebrará este próximo domingo su Open Day con numerosas actividades enoturísticas, está situada en la región del Alto Alentejo, a 10 kilómetros de Évora, en Paço do Morgado de Oliveira. Una casa señorial medieval fundada en 1306 que alberga la bodega, un edificio de corcho -el otro producto principal de la zona- construido en 2017, y parte de los viñedos de Fitapreta.

Paço do Morgado de Oliveira está a menos de 1 hora y 30 minutos de Lisboa y de Badajoz y se extiende sobre aproximadamente 100 hectáreas.

La construcción de la finca Fitapreta Vinhos comenzó a finales del siglo XIV, pero sufrió modificaciones especialmente durante el XIX, cuando la familia Saldanha se hizo cargo del edificio. La investigación histórica realizada en el yacimiento, a petición de António Maçanita, contiene el primer documento de Évora que menciona normas aplicadas al viñedo y al comercio del vino.

La restauración de los edificios de la finca se llevó a cabo respetando su historia y siempre bajo supervisión arqueológica. En una zona aún por rehabilitar se halló la que se cree que es la bodega más antigua de Évora. Hoy se sabe que la totalidad de la mansión de Morgado de Oliveira data del siglo XIV, lo que la convierte en uno de los edificios más antiguos de Évora.

También resultan curiosos los detalles de esta adquisición, fruto de la unión de voluntades entre João Saldanha y António Maçanita, que se rigió por dos principios: por un lado, la recuperación de un patrimonio en riesgo de degradación y, por otro, la garantía de la continuidad de la familia Saldanha, propietaria y encargada del mantenimiento del edificio con una dedicación casi heroica desde su construcción en 1306.

De este modo, Fitapreta adquirió la casa solariega de la finca con la responsabilidad de su restauración y el derecho a su uso exclusivo, mientras que la familia conservó el resto como testimonio de la continuidad de lo que fue una de las fincas vinculadas más antiguas e importantes de Portugal, el Morgado de Oliveira.

El nuevo edificio

Volumétricamente, el nuevo edificio de la bodega Fitapreta imita las proporciones del palacio original sin copiar sus dimensiones, creando un lenguaje propio y aportando unidad y armonía sin eclipsar al palacio. Respetando la silueta existente, la bodega se mantiene baja, como la naturaleza que la enmarca. Se inspira en los amplios y altos ventanales, las pendientes del tejado, la estereotomía de la mampostería, las amplias entradas de la planta baja y las líneas rectas de los diseños del revestimiento de camuflaje que la cubre.

De forma simbólica, y aprovechando la designación histórica y actual del Palacio, se plantaron olivos a lo largo de la vía de acceso principal. De ahí que también hayan comenzado la producción de aceite.

En realidad se trata de una bodega boutique que produce alrededor de 80.000 botellas al año, incluyendo tintos, blancos y rosados. Recientemente se ha adentrado en el mundo de la producción de vino de Oporto aunque el resultado sigue siendo un secreto muy bien guardado.

La elaboración del vino es mínimamente intervencionista, el objetivo es plasmar el terruño del Duero en cada botella. Con una amplia gama, Maçanita produce desde monovarietales, como el 100% Touriga Nacional Cima Corgo y el 100% Touriga Nacional Letra A, dos vinos de la misma variedad de uva cultivados a diferentes altitudes, hasta multivarietales procedentes de viejos viñedos de granito de gran altitud, la Malvasía Fina oxidativa del Baixo Corgo y el 100% Arinto de Extreme, con su vibrante acidez. Cada uno de estos vinos es fruto de la incansable exploración de los hermanos Maçanita quienes, parcela a parcela, buscan transmitir un lenguaje y una personalidad propios de cada rincón de la región del Duero.

Los viñedos de Baixo Corgo son generalmente más frescos ya que esta subregión de los viñedos está más cerca de la costa y recibe una mayor influencia atlántica. Los viñedos de Maçanita Vinhos en Baixo Corgo se ubican entre 550 y 700 metros sobre el nivel del mar, en suelos de esquisto. Las variedades de uva cultivadas son Viosinho, Gouveio, Malvasia Fina, Arinto y Folgasão . Estos viñedos aportan gran frescura y mineralidad a los vinos gracias a su ubicación y altitud.

Los viñedos de Cima Corgo, de clima más templado, se ubican en el corazón del valle del Duero, donde la influencia atlántica se equilibra con la continental. Dado que Portugal es un país relativamente estrecho, las influencias laterales del Atlántico y del continente se hacen sentir con fuerza en toda la región del Duero, provocando un aumento de las temperaturas desde el Bajo Corgo hasta el Alto Duero. En Cima Corgo, los viñedos de Maçanita Vinhos se cultivan a diferentes altitudes y en distintos tipos de suelo.

A 550 metros de altitud, los viñedos de Sousão y Touriga Nacional Cima Corgo se asientan sobre suelos de esquisto amarillo frente al río Duero, con temperaturas más suaves, favorecidas aún más por la altitud. De aquí proceden vinos de gran elegancia y equilibrio, con fruta fresca y taninos muy suaves.

Restaurante exclusivo

El último proyecto de António Maçanita es A Cozinha do Paço, el restaurante exclusivo dentro de la bodega, en un espacio singular.

Una experiencia gastronómica de alta cocina centrada en productos locales de su propia huerta, siempre maridados con los mejores vinos que produce Maçanita.

En el menú degustación el vino es la primera elección, y solo después se selecciona el plato con ingredientes que realzan y complementan sus aromas y sabores: una auténtica sinergia gastronómica. Algunos maridajes se realizan con vinos de añadas antiguas que ya no están a la venta, exclusivamente para la experiencia del restaurante. Es en la antigua cocina de este edificio del siglo XIV donde el chef Afonso Dantas crea y perfecciona los platos.

Y su propuesta enoturística, que se convertirá en un fiesta este domingo, se complementa por amplios espacios para celebraciones particulares y de empresa.