Casa Real
Pedro Trapote: “Hubiera ayudado encantado a Don Juan Carlos”
Se revela el listado de empresarios que han ayudado (y los que no) al Emérito a regularizar su situación financiera
Sabino Fernández-Campo estuvo durante dieciocho años al servicio de la Corona y quizá fue el hombre más leal y fiel aDon Juan Carlos. Era una especie de Pepito Grillo que ejerció un control sobre las amistades peligrosas del hoy Rey Emérito. Así llegó a calificar a ciertos personajes que pululaban en la corte de Mallorca y de Madrid. Presumían de mantener una estrecha relación con el monarca en tiempos de bonanza que servía como tarjeta de presentación para determinados negocios. El general Fernández-Campo, siempre al quite, devolvió regalos cuya finalidad era obtener favores. Esta manera de poner por delante la fidelidad al Rey le costó su cargo. Don Juan Carlos lo despidió en un almuerzo compartido con la Reina en el restaurante Lucio. «Sofi, Sabino nos deja» y así fue con esas cuatro palabras como desapareció una de las piezas fundamentales en el organigrama de la Casa. Falleció en octubre de 2009 y, de haber vivido, se habría sorprendido del nulo apoyo económico que determinados empresarios le han brindado al Rey jubilado para regularizar sus deudas con Hacienda en dos ocasiones. En total 4,4 millones de euros.
Hagamos un recorrido de esta historia. Hasta su abdicación el monarca tenía una lista interminable de amigos con los que compartía diversiones y aficiones. Los toros, las regatas, la gastronomía y las cacerías. En ese inventario afectivo se encontraban los grupos de íntimos y conocidos. Unos han mirado hacia otro lado y otros en cambio le han dado todo su apoyo tanto económico como afectivo. El periodista Agustín Marco publicaba en «El Confidencial» esta semana la lista de los fieles que no han dudado en prestar ayuda monetaria. Entre los que prefirieron mantenerse fuera del listado se encuentran los primos Alcocer y Cortina, así como los presidentes de Ferrovial y Acciona Rafael del Pino y José Manuel Entrecanales respectivamente.
Del listado de los no colaboracionistas llaman la atención Los Albertos. Los dos primos han compartido monterías y Don Juan Carlos era el invitado estrella en esas reuniones cinegéticas que organizaban en sus fincas de Toledo y Andalucía. La mayoría de las veces el Rey se trasladaba en helicóptero. Hay una anécdota relacionada con ese grado de amistad. Los empresarios tenían su propio helicóptero para sus desplazamientos y en más de una ocasión los utilizaron para aterrizar y despegar en el recinto de la Zarzuela. Un hecho sorprendente dado que está prohibido sobrevolar el espacio aéreo donde vive la Jefatura del Estado. Para Don Juan Carlos fue una sorpresa recibir en los Emiratos la información de los empresarios que estaban dispuestos a echar una mano y los que no. Las cantidades eran optativas pero la media, según Agustín Marco, rondaba los 250.000 euros.
En la otra cara de la moneda, los que dieron su apoyo. Vicente Boluda, ex presidente del Real Madrid, Javier Corsini, Diego Alcázar y Alejandro Aznar, dueño de las bodegas Marqués de Riscal que el Rey Emérito visitaba frecuentemente. En todas las celebraciones familiares y en las bodas de las infantas y el Príncipe Felipe se sirvieron vinos especiales de esta bodega que contaba además con una selección privada del propio Don Juan Carlos.
El armador Vicente Boluda fue otro amigo que no dudó en prestar la ayuda que fuera necesaria. En este caso se da la circunstancia de que el empresario ya era potente económicamente hablando antes de contar con la amistad del monarca. El actual presidente de la Asociación de Empresarios de Valencia, mantiene una relación muy estrecha y le ha visitado en los Emiratos. Más de una vez don Juan Carlos se ha refugiado en la imponente finca de su propiedad ubicada en la localidad castellonense de Navajas. Asistió en junio de hace tres años a la reinauguración de la casa y compartió fiesta gastronómica con la familia de Boluda y su mujer, Esther Pastor.
En otra ocasión, el naviero organizó una ruta vinícola y gastronómica con Don Juan Carlos por la Rioja Alavesa. En esa zona es propietario de doce hectáreas de viñedos, una bodega y un edificio al estilo château francés. Este tipo de encuentros donde no hay público facilitan la relación de ambos. Siempre en la intimidad. Algunos como el caso de Pedro Trapote y Pedro Campos, armador del Bribón, no fueron consultados. El dueño de las discotecas Barceló, Joy Eslava y las chocolaterías San Ginés confirmaba a LA RAZÓN este aspecto. «No me han pedido nada, pero si me lo hubieran consultado habría estado encantado de ayudar a Su Majestad». La cara y la cruz de la amistad.
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