Crónica

Lo que agota ser famoso y que te paguen por ello

«Se ve, o tal demuestran, que ser relativamente conocidos debe de agotar, fastidiarles, molestar, pesar mucho. Uff»

alicia sevovilla manu tenorio y elsa anka.JPG
alicia sevovilla manu tenorio y elsa anka.JPGJesus MaiñasELIO VALDERRAMA

Muy buenas intenciones pero escaso resultado. Hay buenos y sanos propósitos festivos, ganas de juerga y alegre distensión. Pero no pasan de ahí: de buenas intenciones difícilmente realizables. Queda en eso porque crece y casi asusta la inactividad social, ya sin fiestas, alarde de vestimenta y nombres ni relumbre en los hoteles «Ritz» o «Palace». También en el histórico Joy Eslava que antaño fue permanente escenario y teatrillo de vanidades que solo querían, buscaban y pretendían exhibirse Necesitaban escaparates para mostrarse y distraer distrayéndose tan tontamente. No pedían, querían, buscaban ni aspiraban a más. Solo ser atención y foco momentáneos, nada más. No pesaba ni era mas allá que una vanidad tonta, pasajera, fútil. A eso lo resumían, limitaban y concretaban todo. Tenían suficiente pago con el impacto, la sorpresa y los posteriores comentarios que provocaban incluso aunque no les favoreciesen. Les bastaba con sentirse mirados y dar que hablar. Necesitaban ser momentánea noticia, levantar curiosidad y estar en boca de todos. Una postura tonta, absurda, pueril y también bastante ingenua. Es lo que había, lo que permitían y lo que practicaban sin análisis ni «mea culpa». Nadie lo cuestionaba ni se ponía en tela de juicio. Admitidos y permitidos incluso sin ser nada ni nadie, menuda ligereza. No pedían mas allá de una imagen prefabricada, No ahondaban, ¡para qué perder el tiempo!

Tampoco lo hicieron los asistentes al lanzamiento, bautismo y puesta de largo de una extensa gama de cremas de maquillaje y micro pigmentación –firmada por Silvia Moreno–. La acompañaron la estupenda y estilosa Elsa Anka, la siempre cálida y joven Ana García Lozano, la muy guapa y cercana Alicia Senovilla y Manu Tenorio, el único varón cual auténtico y sobresaliente Don Juan. Se ve, o tal demuestran, que ser relativamente conocidos –tampoco mucho, a qué engañarnos, no son Lina Morgan o La Jurado– debe de agotar, fastidiarles, molestar, pesar mucho. Uff. Por eso necesitan alejarse un tiempo, reponerse, recargar pilas para volver con mas ánimos. Hay que ver qué trabajos nos manda el Señor. Parece increíble. Pero es real y auténtico aunque parezca ficción. Son así y tal se producen y reproducen. Nada ni nadie los cambiará. Pues mira qué bien. Habrá que aguantarlos.