Cambio de decisión
El rey Carlos III prescinde de su curandero y vuelve a la medicina convencional
Después de contratar a un homeópata en la Casa Real, el rey y Kate Middleton ponen su salud en manos profesionales
Isabel II siempre tuvo claro a quién debía confiar su salud. En 2014, después de casi diez años formando parte del cuerpo médico de la Casa Real, escogió a Huw Thomas como médico principal. Graduado en el Trinity College de Cambridge y en London Hospital Medical College, terminó de completar su formación en los hospitales británicos más prestigiosos, además de participar en el Fondo de Investigación del Cáncer. A finales de 2021, Thomas recibió la Insignia de Caballero Comandante de la Real Orden Victoriana en una ceremonia donde Isabel II mostró su agradecimiento por los cuidados a lo largo de estos años. Fue quien veló por su salud hasta el final. Murió con 96 años en el trono. No hay más que hablar.
En diciembre de 2023, Carlos III desató una gran polémica al nombrar a un curandero y defensor de la homeopatía médico de la Familia Real. Se trata de Michel Dixon, de 71 años, y el relevo causó estupor en el ámbito sanitario donde se consideró la decisión «preocupante e inapropiada». Para contener comentarios, desde Palacio se emitió un comunicado poco convincente indicando que los tratamientos convencionales pueden coexistir con otras terapias.
Los medios de comunicación del país no tardaron en publicar sus prácticas, como la prescripción de un arbusto africano llamado garra del diablo para el dolor del hombro o la hierba de cabra en celo para la impotencia. El médico se pasó a la homeopatía después de invitar a una curandera, que sanaba por imposición de manos, a su consulta del NHS, el Servicio Nacional de Salud. También LA RAZÓN se hizo eco de la asombrosa elección por parte del rey y recogió la preocupación médica en el país. Carlos siempre apoyó este tipo de terapias que no tienen ningún respaldo científico. La comunidad médica confiaba en que, una vez en el trono, abandonase tal respaldo. Así lo expresó Michael Marshall, portavoz de The Good Thinking Society, una organización sin fines de lucro que promueve el escepticismo científico, añadiendo que su actitud «haría retroceder los límites de la ciencia hacia la pseudociencia».
Ahora, con Carlos III a punto de ser intervenido por una obstrucción prostática benigna y la princesa Kate Middleton ingresada por una operación abdominal, la situación podría haberse vuelto aún más delicada de no haber sido porque, ante dos patologías de cierta gravedad, aunque benignas en ambos casos, según Palacio, la Familia Real ha retomado la medicina convencional, la única que existe para la ciencia. La princesa de Gales está ingresada en The London Clinic, un prestigioso hospital privado de referencia para los miembros de la realeza y destacadas personalidades de todo el mundo. Como era de suponer, este giro ha provocado la reacción de los profesionales de las terapias alternativas y desde el NHS han expresado en sus redes sociales su malestar y califican de «irresponsable» e «infantil» el ingreso de Kate en la clínica privada. «Aquí habría sido enviada a casa en un par de días», indica un médico que se identifica como Dr. Mike.
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