Gente
Doña Letizia, las infantas y los kilos de las campos
Estoy convencida de que este verano tenemos a ¡HOLA! muy a tope con el tema de los “hijos de”. Esta semana, de nuevo, la portada va de hijos. En grandísimo, protagonismo total, foto de la Reina Letizia con sus hijas, durante su veraneo mallorquín. Con esos colores y esos estampados, me ha recordado los grandes momentos en la revista de la Duquesa de Alba. Cuánto la echamos de menos.
La foto no me gusta mucho. Creo que en ¡HOLA! está bajando la calidad gráfica y me pregunto por qué será. Supongo que en este caso se trata de una foto de agencia y habrán elegido aquella que les venga mejor por maqueta y en la que aparezcan monas las tres. Pero no es una foto bonita. ¿Dónde quedan aquellos posados en la puerta de Marivent, cuando venían a visitar a la Familia Real las celebridades más exquisitas? La fotito, como digo, parece disparada en un momento de relax, mientras se desplazan por el jardín. Cada una de las tres mira a un lugar diferente, de manera que mi mirada va de un lado para otro sin fijarse en ningún punto en concreto para acabar mirando la vegetación del fondo, como si de una lámina 3D de aquellas de los noventa se tratase. Como fotografía, es un desastre. Pero las tres están muy monas. Cómo ha crecido, por cierto, la pequeña. Yo es a la que veo más Borbón. Me recuerda mucho a su abuelo, al rey emérito. Esos coloretes, esa nariz, siempre sonriendo...
Me gusta que las niñas van vestidas muy de niñas normales, muy de clase media. Podría ir vestida así la hija de cualquiera en la piscina comunitaria de la urbanización. Y el vestido de Letizia es muy mono y le queda muy bien. Y el jardín lo tienen muy apañado. En el interior encontramos una encuesta sobre la reina en la que sale bastante bien parada. Lo que más valoran los españoles de ella es su estilo y su formación. Lo que menos, con un aprobadito pelado, su simpatía y su cercanía.
Abajo, en un recuadrito, las hijas de Julio Iglesias están en Ibiza con sus amigos. Las Baleares están de moda, parece. Y como las pequeñas Iglesias son it-girls (me sale sarpullido cada vez que escribo eso) pues tienen que estar en los lugares de moda. Debe ser durísima la vida de una it-girl. Todo el rato gastando pasta de la tarjeta de papá, viajando, preocupada por su outfit, acudiendo a todas las fiestas... Me canso solo de pensarlo. Yo me levanto, preparo un café, me hago una coleta, me pongo un vestido fresquito, me siento delante del ordenador y no miro el extracto bancario para no deprimirme. Menos lo miércoles que, como ya sabéis, vengo al bar a leer las revistas del corazón mientras escribo esto y me tomo el vermú. El miércoles es el día que más me parezco a una it-girl. Por eso me pongo gafas de sol y pamela.
Paso al Lecturas mientras viene el camarero con lo mío.
Me tiene fascinada últimamente Lecturas. Se ha convertido en algo así como el grupo familiar de whatsapp de las Campos. Ahí es donde se cuentan que ha ido bien la revisión, que se han recuperado de la última operación, que tú estás más gorda, que ahora me enfado, que mamá diga algo... Todo ahí, a la vista de España entera. Me flipa. Hoy, por ejemplo, aparece Carmen en bañador después de que la semana pasada apareciese su hermana. Y además dice que ahora están a la par. Ojo cuidado a esto: la portada de Lecturas dedicada a que las hermanas Campos están igual de gordas. El verano no está siendo muy allá en lo que a hechos noticiosos del cuore se refiere, por lo que veo. De todos modos, a mí me va bien. Me siento, ya os digo, como si pudiera ver por capítulos una cena de nochebuena en casa de Maria Teresa Campos, con todos sus trapos sucios, todos sus reproches y sus traumitas. La portera que vive dentro de mí está encantada de la vida. Cualquier día de estos soy más de Lecturas que de ¡HOLA! a este paso.
Mercedes Milá aparece también en portada por la pérdida de su madre. Y también el encuentro de Isa y Omar en el cumple de la Pantoja. Ay, mira, me da hasta pereza comentar esto. De verdad que no me llama la atención nada esta familia. Que si Kiko invitó a Omar, que si Isa no quería encontrarse con él, que si la Panto no lo había invitado, que si Kiko le regaló un perrete proveniente de un criadero ilegal... Mira, que me da igual. Lo único reseñable de todo esto es lo morena que está toda la familia. Eso es salud.
A ver si la semana que viene tenemos suerte y pasa, por fin, algo interesante. Ya os cuento.
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