Polémica
La crónica de Mariñas: Un personaje inagotable para el chisme llamado Mar Flores
Ninguna como ella ha durado tanto y sigue interesando como el primer día
Es un caso de nunca acabar, un personaje inagotable, siempre dispuesto al chisme, al chascarrillo y la burla. Alguien perfecto para alimentar rumores y también muchas risas, porque son pocos los que siguen cayendo en sus redes. Mar Flores es inagotable en sus enredos, líos, montajes y argucias siempre dispuesta a resultar escandalosa y facilitar el trabajo de los que nos dedicamos «al corazón». Ninguna como ella ha durado tanto y sigue interesando como el primer día. Sus montajes producen al mismo tiempo desconcierto, risa y asombro. Ella parece estar por encima del «qué dirán», siempre lanzada a una especie de permanente disloque y ansia provocadora, un caso digno de ser analizado o acaso estudiado. Nada le importa con tal de seguir estando, aunque sus líos ya no interesan tanto.
Son de otra época y están como apolillados, algo que no ocurre con Belén Esteban. Hace lo mismo Julia Janeiro lanzada a no perder actualidad. Paula Echevarría tampoco quiere perder el hilo e impacta con su romántico viaje a París donde en compañía sentimental de Miguel Torres ha hecho una especie de anticipada luna de miel. Otras, como Terelu, han acabado transformándose en cronista extra para contar desde su óptica el cumpleaños de Belén Esteban. La iniciativa puede crear escuela, encandilar, cautivar y propiciar ver daderas revelaciones de personajes dispuestos a transformarse en colaboradores habituales aunque para eso tendrían que cambiar de óptica y mentalidad, algo que les costaría porque no es fácil semejante cambio.
Terelu aprovechó la mencionada fiesta para reconciliarse con su hermana Carmen Borrego. «Saludé a mi familia con la mayor naturalidad, como hacemos siempre entre nosotras. Si alguien piensa lo contrario, no nos conoce ni sabe lo bien que nos llevamos. Mi cuñado estuvo muy cariñoso viéndome nerviosa ante el reencuentro. Nos dedicamos a hablar solo de mamá y de la mudanza», dijo. Echaron pelillos a la mar, al menos circunstancialmente. Fue un ejemplo de superación de la problemática familiar. Y quiero suponer, o así lo deseo, que todo culmine en una buena, cálida y entrañable Navidad para todos ellos.
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