Entrevista

Teresa Bueyes, la abogada de los famosos: “El peor acoso lo sufro en las redes sociales”

La letrada asegura que «en este país se han vulnerado todos los derechos de una mujer por una relación sentimental».

Teresa Bueyes
Teresa BueyesJesus BrionesGTRES

Johnny Depp tiene a su vera a la implacable Camilla Vasquez, la abogada latina con fama de despiadada. Angelina Jolie, a Laura Waser, la letrada que divorcia a las celebridades previniéndoles antes de «que la caca de tu nuevo cariñito va a oler igual que la de tu marido». Y nuestra «beautiful people», la que veranea en Sotogrande, Sanxenxo o Biarritz, tiene a Teresa Bueyes. Igualmente implacable, justa, astuta y con un olfato impagable para detectar a los truhanes. Es la letrada más solicitada entre la gente famosa y gasta tal glamour que podría inspirar un papel similar al de Laura Dern en «Historia de un matrimonio». Se declara creyente y más de una vez se encomienda a San Miguel arcángel, el abogado del pueblo, según la tradición cristiana.

¿Cómo nace su pasión por la abogacía?

Desde mi abuelo, que era juez, la ley ya corre por mi sangre. Siempre tuve un sentido excepcional de la Justicia que me llevaba a tomar parte en cualquier situación para proteger a la gente más vulnerable, sobre todo los niños. Una especie de Robin Hood.

¿El carácter también está en su ADN?

Mis raíces asturianas imprimen esa naturaleza, pero los tribunales te van curtiendo en arrestos. Con 23 años, recién terminada la carrera de Derecho, me tocó defender a Elisa Rodríguez, examante de Luis Roldán, entonces director de la Guardia Civil. Mi valentía debió de llamar la atención de José María Ruiz-Mateos y contactó conmigo para trabajar con él.

Isabel Preysler, Bárbara Rey, Matías Urrea, Alba Carrillo, Andrés Pajares, Marina Danko, Naty Abascal, Gina Lollobrigida… Su cartera de clientes despertará mucha codicia. ¿Tiene un imán para los famosos?

Lo que tengo son 28 años de profesión trabajando entre 12 y 14 horas diarias. En todo caso, la mayoría de mis clientes son anónimos. No busco el nombre. Hay casos con mucho ruido mediático pero poca base legal que de antemano sé que no van a prosperar y no asumo su defensa. Si me enorgullece la fama es por permitirme denunciar y dar visibilidad a injusticias, violencia de género y abusos y maltrato a niños. Estos últimos me preocupan especialmente porque son los grandes desprotegidos hoy.

La abogada Teresa Bueyes en una imagen de archivo
La abogada Teresa Bueyes en una imagen de archivoDiego PuertaGTRES

La acusan de exponerse demasiado en los medios.

Cuando mis defendidos son personas populares de las que se va a hablar y a formar juicios paralelos, es mi deber tomar el control para proteger su reputación y gestionar la comunicación. He tenido que salir a desmentir informaciones divulgadas que son falsas y atentan gravemente contra el derecho al honor y el derecho a la intimidad. Después de tantos años en primera línea, he podido conocer el inframundo de los famosos, algo vital para mi profesión, pero eso no me convierte en una estrella.

Sus apariciones en televisión suelen ser comentadas. ¿Le afecta?

Admito las críticas, pero no el insulto. Suele ocurrir cuando piensas y opinas de modo diferente. En realidad, es un ataque a la libertad de expresión. El peor acoso e intimidación lo sufro en las redes sociales, especialmente en Twitter. Es una red social en la que el usuario queda absolutamente desamparado frente a haters u odiadores que difaman, desprecian, insultan y tratan de destruirte con total impunidad, valiéndose de algo tan vil como el anonimato. Debería haber juzgados especializados en ciberacoso para terminar con prácticas que están llevando incluso al suicidio a algunas víctimas.

También le ha ocurrido a sus clientes.

En este país se han vulnerado todos los derechos de una mujer por una relación sentimental. Ha recibido insultos, ha perdido su trabajo y se ha atentado contra su intimidad, imagen u honor. Por secreto profesional no diré nombres, pero no es difícil averiguar quién ha sido uno de los hombres peor tratados desde los platós. Una vez que se lanzan ciertas acusaciones desde un medio tan poderoso como es la televisión, ¿cómo frenas la ola de críticas en la sociedad?

¿Qué opinión le merecen las nuevas leyes de Igualdad?

Claramente, fomentan la desigualdad. La ley es igual para todos los ciudadanos y lo que necesitamos es que se ejecute. No puede haber juzgados excepcionales. Flaco favor le hacen a la mujer.