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Polémica

De Alejandra Rubio a Anabel Pantoja: las nuevas madres del couché declaran la guerra a la prensa rosa

Anuncian a bombo -nunca mejor dicho- y platillo la llegada de su hijo, pero, tras el nacimiento, pretenden que los mismos medios hagan como si no existiera

Anabel Pantoja y Alejandra Rubio Gtres

Resulta casi chocante ver hoy aquellas imágenes antiguas en las que los reporteros grababan sin reparo a los hijos de las estrellas del momento. Rocío Flores y Gloria Camila jugando en casa de Rocío Jurado, Tamara Falcó en su primer día de colegio, Álex Lequio acompañando a su madre en una jornada de recados… No hace tanto, los retoños de los famosos estaban expuestos a un nivel de atención mediática que hoy parece tan inconcebible como fumar en un avión.

Por fortuna, la legislación actual protege a los menores, y está terminantemente prohibido publicar su rostro sin el consentimiento expreso de sus padres o tutores. Desde hace años, la prensa pixela la cara de los niños cuando aparecían junto al famoso de turno, una medida que equilibra el derecho a la intimidad con la labor periodística o del paparazzo. Sin embargo, ese gesto empieza a parecer insuficiente para algunos rostros conocidos que acaban de estrenarse en la maternidad o la paternidad.

Alejandra Rubio y Carlo Costanzia, que dieron la bienvenida a su primer hijo el pasado diciembre, se mostraron muy molestos tras la publicación de un reportaje fotográfico en el que aparecen con el bebé en la playa. Aunque el rostro del pequeño fue pixelado en todo momento -y la propia hija de Terelu Campos admitió que las imágenes eran “muy bonitas”-, expresó su malestar por el simple hecho de que “la cara de mi hijo esté rulando por redacciones o agencias, aunque luego la pixelen para publicarla”.

Anabel Pantoja en el aeropuerto de SevillaGtres

Una queja compartida por Anabel Pantoja, que fue madre por primera vez junto a David Rodríguez en noviembre del año pasado. Las nuevas madres del papel couché ya no se conforman con el pixelado: quieren dar un paso más en la protección de sus hijos y evitar, directamente, que sean fotografiados o grabados. Les preocupa, como han explicado, que las imágenes de sus pequeños queden almacenadas en los archivos de una agencia o en la redacción de un medio, al alcance de cualquiera.

A este reclamo se ha sumado incluso Carlota Corredera, que ha respaldado públicamente las reivindicaciones de Pantoja y Rubio. El debate sobre la privacidad de los menores es, sin duda, legítimo, necesario y beneficioso para proteger a los más vulnerables. Pero no deja de resultar llamativo que las portavoces más fervientes de esta causa sean precisamente dos personas que, en su momento, vendieron su embarazo en exclusiva para la portada de una revista del corazón.

Anunciar a bombo -nunca mejor dicho- y platillo la llegada de un hijo, compartir detalles del embarazo, mostrar la habitación del bebé o abrir de par en par las puertas de casa a los seguidores… y luego pretender que, tras el nacimiento, el niño desaparezca del mapa y que los mismos medios que ayudaron a alimentar tu popularidad hagan como si no existiera. Contradictorio, cuanto menos.