El espejo del alma

Cari Lapique y Carlos Goyanes: arreglitos sin pasar por quirófano

Ponemos la lupa sobre el rostro de esta pareja descendiente de la época gloriosa de la Marbella de los ochenta

Carlos Goyanes y Cari Lapique
Carlos Goyanes y Cari LapiqueGtres

Cari Lapique desciende de ilustre familia madrileña de corte conservador y liberal. También, aunque el asunto abrió la caja de los truenos, pertenece a la aristocracia de rancio abolengo. Su trayectoria rumbo al olimpo de la fama fue progresivo, de la mano de su madre, conocida socialité de la época e indispensable en los sobrenaturales saraos que ya presagiaban la Marbella dorada.

Cari Lapique en la boda de Álvaro Falcó e Isabelle Junot
Cari Lapique en la boda de Álvaro Falcó e Isabelle JunotGAA/UATGTRES

Cari y su hermana Miriam fueron abriéndose paso a codazos de algodón y haciéndose un lugar por méritos propios y deméritos ajenos en el tormentoso mar de la jet nacional. Su elegancia serena y su clase le hicieron asequible a la corte de los prodigios local, en contraste con la estridencia social y física de Gunilla von Bismarck y su troupe.

Era inevitable que Carlos Goyanes se fijase en ella. Este era hijo del zar cinematográfico Manuel Goyanes, descubridor, propietario, usufructuario y beneficiario del mito Marisol. Contrajo matrimonio con Cari después de su angustiante enlace con la joven diva malagueña y tras obtener la correspondiente nulidad. Y ese fue el principio del gran salto hacia delante de Cari. Heredó progresivamente el lugar privilegiado que había ocupado su madre. Fina observadora, Cari transmutó de modo alquímico el fino instinto de los Hohenlohe y la Von Bismarck para inducir sueños en la aristocracia mundial (y cumplirlos), con extraordinaria facultad para hacerse familiar de modo sosegado e insustituible en la alta burguesía. Cari compra, vende; pone en contacto a inversores con clientes, se convierte en embajadora del lujo ostentoso de portada de revista del corazón a la vez que va convenciendo de las bondades del lujo silencioso y discreto.

Cari Lapique: De las puntillitas a la medusa
Cari Lapique: De las puntillitas a la medusalarazon

Hasta en sus arreglos estéticos, Cari conserva su imagen de mesura y cierta contención. No ha pasado por quirófano, pero se cuida muchísimo y se deja aconsejar en el centro de su buena amiga Maribel Yébenes. Para combatir el envejecimiento y mantener su rostro firme, joven y luminoso utiliza el Lifting Elixir Duo IF Zero, una cura de efecto flash inmediato. Este dúo de cosméticos aporta luminosidad, hidratación y regeneración. Son reafirmantes, tienen propiedades redensificantes, reducen visiblemente las arrugas y líneas de expresión, combaten las manchas y mejoran el tono de la piel

Cari sigue proyectando una imagen ambigua.Podría ser la elegante esposa del empresario de éxito (lo es) y aparecer en un centro comercial aconsejando a ricas de pueblo en el outfit más para la boda de una hija (lo hizo). Hipnotizar a Sean Connery e ir a los toros con Carmen Martínez Bordiú.