La crónica de Marta Robles: Solidaridad, milagro de una mona preñada y leyes polémicas que no cesan

Lunes

El terremoto de Turquía nos deja el corazón helado con todas esas imágenes terribles que sabemos que seguirán sucediendo en estos días de tragedia. Las que más duelen son las de los niños. «Cuando no sentimos el dolor ajeno nos convertimos en un monstruo» se puede leer en la obra Ricardo III de Shakespeare. Algo conservamos de humanos cuando nos duele Turquía y también la olvidada Siria, donde 12 años después de una guerra inclemente, la tierra se remueve bajo sus pies y tira lo poco que quedaba en pie. Sobran las palabras. Hay que pasar a la acción. Y si alguien lo hace sin dudar somos los españoles, que siempre respondemos con nuestra solidaridad.

Martes

Estoy tan aburrida del manoseo de la ley del solo «sí es sí», por parte de Podemos y del PSOE .Me pudre tanto esa declaración de Pedro Sánchez de «tuvo efectos indeseados y me quedo corto», como si el responsable final de cuanto ha ocurrido no fuera él, que me voy a concentrar en el misterio de la mona Momo que se quedó preñada pese a vivir sola en una jaula. ¿Milagro? Pues de eso nada, monada. Resulta que en la jaula de al lado del zoo japonés de Kujukushima, donde vivía la mona, residía un atractivo primate llamado Itoh. Y claro, ambos animales, separados por una pared, andaban en un sinvivir. Pero…descubrieron un pequeño agujero en un muro que él aprovechó para poder alcanzarla a ella, que, con las mismas ganas que él, hizo contorsionismo para ponerse a tiro. A veces los machos y las hembras se entienden, se desean y hasta hacen lo imposible por estar juntos; que de tanto hablar de agresiones sexuales nos vamos a acabar creyendo la guerra de sexos.

Miércoles

El día del fin de las mascarillas en España no hay sonrisa que ocultar, porque las aterradoras historias que nos llegan de Turquía y de Siria(el padre que no puede soltar la mano de su hija, la niña que cubre con su cuerpo a su hermana para que no la maten los escombros…), nos la borran. Solo recuperamos el humor con los dardos envenenados entre Vargas Llosa e Isabel Preysler. Ella, mamá pantera, no está dispuesta a que su éx, por muy Premio Nobel que sea, se meta con su preciosa Tamara, ni siquiera desde un cuento. ¿Qué esperaba Isabel? Lo de contar sus intimidades amorosas es un clásico en la obra de Mario desde «La tía Julia y el escribidor». Una obra con altibajos, como la de todos los escritores, pero gloriosa, sin ninguna duda y reconocida hasta por Francia, con su entrada en la academia, sin haber escrito nunca en francés...

Jueves

¿Tienen perro? Pues a hacer un cursillo. ¿Tienen tortuga? Pues a ver qué hacen con ella, que están prohibidas. ¿Tienen un perro y una perra? Pues o se dan de alta en el Registro Nacional de Criadores o esterilizan a uno de ellos. La ley del bienestar animal, tan necesaria y con tantas cosas raras. No me refiero a que no se incluya en ella a los perros de caza, que me resulta muy extraño no porque la caza sea perjudicial para el medioambiente, que no sabría concretar si lo es o todo lo contrario como defienden los cazadores, sino porque entre ellos los hay que maltratan a sus perros sin piedad y deberían estar en la cárcel -como los que lo hacen fuera de la caza-, sino a tantas imposiciones que pretenden proteger a los animales y que creo que acabaran provocando abandonos y tráficos clandestinos.

Viernes

Pues oye, ni que Suecia haya frenado en los tratamientos hormonales a menores transexuales impide que el Senado avale en nuestro país la ley trans. Tampoco consigue que Irene Montero sea un poco prudente por una vez y evite decir eso de que en cuanto la ley este en el BOE «seguramente encontrará resistencias para su aplicación» pero que ella se encargará de hacerla efectiva «en cada lugar del país», mientras le advierten de que las consecuencias pueden ser fatales… En fin, veremos. ¡Ah! y ole los ovarios de Carmen Calvo por abstenerse en la votación de la ley y ser consecuente (siempre ha dicho que hace falta una ley trans, pero no esta) aunque supiera que la multarían por hacerlo.

No quiero despedir la crónica sin decir que la polémica en torno a los pezones de Belarra es tan asquerosa, como el comentario del alcalde José María Sáiz contra Montero, aunque creyera que lo hacía «off the record» es repugnante. También que me apena profundamente que la muerte se haya llevado a Carlos Saura sin haber recogido su Goya de honor.