Primera reacción
Gabriela Guillén implacable a la hora de valorar las deudas de Bertín Osborne
Él se ha ganado un lugar en la temida lista negra de Hacienda. Su ex reclama lo suyo, tiene sus propios líos y no da tregua al padre ausente de su hijo
Bertín Osborne está en un momento de cambio, después de arrastrar muchas polémicas que han desgastado su imagen pública y también su vertiente más personal. El cambio más evidente ahora es su decisión de jubilarse y bajarse al fin de los escenarios, tras cumplir los 70 años. Lo hará con una última gira para despedirse de su público, el cual el verano pasado le dio la espalda por su conflicto mediático con Gabriela Guillén, madre de su último hijo, a quien habría visto tan solo una tarde.
Pero lo que más ruido está haciendo ahora es el hecho de que haya entrado de golpe a la temida lista negra de Hacienda. Desde el pasado 12 de junio es conde de Donadío de Casasola, tras heredar el título de su padre, la vertiente económica es la que más está resintiéndose de los escándalos. Desde que es noble se le acumulan los problemas, sumándose ahora la deuda que el ente público le reclama de 865.601,41 euros. Además, tiene una hipoteca por pagar de 6,5 millones y que no vence hasta el 2054, más la responsabilidad de pagar la pensión con carácter retroactivo al hijo que tuvo con la paraguaya. Ella toma el turno de palabra.
Gabriela Guillén opina de los números rojos de Bertín Osborne
Gabriela Guillén continúa con su día a día ajena a lo que le sucede a Bertín Osborne, de la misma forma que él hace lo propio sin reparar demasiado en su ex o su hijo en común. Al menos así quiere dejar constancia cuando se le acerca un micrófono a preguntarle por las maltrechas cuentas corrientes de su ex. Sin querer hacer leña del árbol caído o regocijarse en el mal ajeno, tampoco evidencia un pesar mayor por el hecho de que al cantante no le salgan los números, después de que haya batallado por no reconocer a su hijo o vivir sin rendir cuentas a su descendencia.
Al preguntarle sobre la lista de morosos de Hacienda, lo primero que quiere saber Gabriela Guillén si ella aparece. Se ha librado y ella sonríe aliviada. Sí que está Bertín Osborne y la sonrisa no se le desdibuja. Finalmente entra en materia: “Cada uno sabe sus deudas y sus cosas”, desliza, a la vez que confiesa no estar sorprendida con la inclusión de su ex en el temido listado, aunque subraya que “no hablo de esas cosas con él”. Y eso que tienen cuestiones económicas que tratar en común, al menos sí en lo referente a su hijo y ella misma reconoce que “no estoy tirando cohetes, pero estoy trabajando gracias a Dios. Estoy tranquila con lo mío, que ya bastante tengo".