Misterio resuelto
Íñigo Onieva encuentra trabajo: así emplea sus días el marido de Tamara Falcó
El yerno de Isabel Preysler siempre ha mantenido un halo de misterio sobre su profesión o quehaceres. Ahora se ha desvelado a qué se dedica con un nuevo oficio
Desde que Íñigo Onieva diese el salto a la fama por su relación con Tamara Falcó, cada detalle de su vida se ha puesto sobre el tapete informativo. Eso sí, siempre ha habido ciertas dudas a la hora de definirle en el terreno laboral, pues no había mucha certeza sobre cuál era su profesión como tal. Se sabía que dinero no le hacía falta, que no pasa necesidades y que aficiones tiene muchas, pero en qué se emplea ha sido algo así como un misterio sin resolver. De hecho, cuando se llegaba a afirmar cuál era su puesto de trabajo, a los días aparecían informaciones que le alejaban de ahí. Un lío. Pero parece que ahora por fin tiene la oportunidad de dejar claro cuál es su oficio, tras haberse lanzado a una nueva aventura.
Después de casarse con la marquesa de Griñón y recorrer mundo en una eterna luna de miel, parece ser que ha decidido centrarse en el trabajo. Continúa prestando sus servicios para la discoteca Lula Club de Madrid, pero acaba de estrenar una nueva tarea, tal y como han desvelado en exclusiva desde el programa de Ana Rosa Quintana, ‘TardeAR’. Fue la semana pasada, concretamente el pasado 13 de noviembre, cuando el yerno de Isabel Preysler ha sido pillado a las 9 de la mañana ultimando los detalles de la que será su próxima oficina de trabajo.
“Le han enseñado el bloque, ha mirado la fachada. Ha cogido el edificio completo, 78.000 euros. Ya no está disponible. Muy interesado. Ha mirado todas las plantas. Ha hecho gestos como explicando de qué iría. Desde que se supo que había dejado de trabajar, Íñigo Onieva no ha trabajado de nada más”, detallaban en el programa de las tardes de Telecinco. Lo hacen mostrando imágenes del momento en el que el joven perfila los detalles del que será su nuevo lugar de trabajo que, según se ha contado antes, podría tener que ver con el Café Gijón.
Fue la periodista Beatriz Cortázar la que, en ‘Es la mañana de Federico’, ha relatado cómo Íñigo Onieva ha llegado a un acuerdo con uno de los establecimientos con más solera de Madrid: “Ya tiene trabajo, y es por cuenta ajena. Contratado como socio no mayoritario de un sitio emblemático, histórico, como es el Café Gijón de Madrid. Se va a encargar de la nueva temporada para el año 2024. Un grupo de inversores ha cogido el local histórico, maravilloso, un clásico de tertulias en la calle Recoletos, y lo han rescatado de la quiebra. Íñigo se va a encargar de ponerlo de moda”, desgranaba, para añadir que hasta el próximo año no abrirá sus puertas, pues “quieren darle un aire más modernito y más fresco”.
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