Entrevista
Laura Escanes saca músculo en una portada para defender su cuerpo de los ‘haters’
La influencer protagoniza la nueva portada de ‘Women’s Health’ presumiendo de anatomía. Denuncia insultos muy crueles que le afectan a la salud mental
Laura Escanesestá harta de que la gente opine sobre su cuerpo. Aun así, se niega a esconder sus atributos y presumir de su anatomía, a sabiendas de que después llegarán un sinfín de opiniones diversas. Le agradan cuando piropean su figura y la ensalzan como a una diosa viral, pero la influencer condena a aquellos otros que no se conforman con lo que ven y le exigen una perfección a la que no está dispuesta a someterse. Menos cuando entiende que jamás complacerá a todos y siempre será diana de agrias críticas. Algo que, para ser ciertos, le acompañan desde el mismo instante en el que se hizo famosa al salir con Risto Mejide.
Ha llovido mucho desde que la influencer comenzase a hacerse su propio nombre, más allá de la popularidad que arrastra el presentador. De hecho, ella misma se ha convertido en presentadora con relativo éxito, conduciendo programas, galas y podcast. Sigue siendo uno de los grandes reclamos publicitarios y las marcas se la rifan, así como son muchas las portadas de revistas que desean llevarla a su portada para atraer al público. Así lo ha hecho ahora ‘Women’s Health’, que le ha reservado su nueva primera plana, presumiendo de músculos, pero también poniendo a su lugar a sus incómodos ‘haters’.
Laura Escanes y su potente discurso de empoderamiento
La influencer siempre ha pedido una tregua a la prensa cuando se ha visto desbordada por las circunstancias. No ha tenido mucha suerte en el amor, aunque ha vivido grandes historias después de separarse de Risto, como con Álvaro de Luna, o ahora con Joan Verdú. Ha pedido respeto a su intimidad, pero también la ha abierto siempre que lo consideraba necesario en calidad de influencer o en jugosas declaraciones. Con ello entraba en terreno peligroso, algo de lo que ha sido consciente siempre: “Va un poco a temporadas. Cuando siento que estoy preparada para meterme en algún jardín o sé que algo va a ser polémico y va a haber algún titular”.
Pero esto lo entiende como entretenimiento y una forma de mantenerse en la creta de la ola y no caer en el olvido entre los periodistas. Ahora bien, la otra cara de la moneda es la reacción del público a sus iniciativas. No se queja tanto de sus opiniones, pero sí de aquellos que caen en el insulto y los que utilizan su cuerpo para hacer daño: “Que alguien me esté llamando gorda cuando tengo un cuerpo súper normativo, me parece tan fuera de lugar. Creo que las mujeres estamos muy juzgadas y más en redes sociales, por el físico y por nuestra apariencia. Los hombres no lo viven tantísimo”, denuncia en su entrevista a la citada publicación.
Con 2 millones de seguidores tan solo en Instagram, Laura Escanes convive con un porcentaje de ‘haters’ que se han propuesto hacerla sufrir. Sus comentarios a veces duelen, por mucho que trate de mirar a otro lado o desviar la atención: “Tengo la sensación de que hay tanta responsabilidad por tener seguidores”, confiesa. Y es que entre su horda de fans se cuelan muchos que solo buscan criticar. También chicas jóvenes que la tienen como ejemplo a seguir, de ahí su cuidado a la hora de tratar según qué temas: “Cualquier mensaje que pueda lanzar sobre estar sana, entrenar para estar fuerte y no simplemente para verte más delgada o marcadita, o para llegar a verano, sino para que cuando tengas 80 años puedas ir a la comprar y cargar tus botellas de aguas”.
Y es que Laura Escanes asegura machacarse mucho en el gimnasio, trabajar duro para tener un cuerpo bien definido, aunque exista quien le encuentre peros. Una labor en la que confía en su entrenadora Crys Dyaz. Pero no solo se preocupa y cuida su anatomía, también especialmente su salud mental, acudiendo al psicólogo siempre que lo ha necesitado: “He hecho mucha terapia en mi vida. En momentos más complicados, cuando me separé o cuando me mudé”. También para afrontar los comentarios negativos de terceras personas, pero esto ha aprendido a manejarlo: “Hay un punto que dije: ‘Me da igual lo que diga la gente que no me conoce y que no está viviendo lo que he tenido que vivir yo”, mantiene para ‘Women’s Health’.