Opinión

El diario de Amilibia: Qué bueno eres, Juanma

"Frente al manual de resistencia, el manual del amor"

Juanma Moreno, junto a un ejemplar de su nuevo libro, hoy durante la presentación del mismo
Juanma Moreno, junto a un ejemplar de su nuevo libro, hoy durante la presentación del mismoKiko Hurtado

Leo: «Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, presenta en Sevilla su primer libro, “Manual de convivencia. La vía andaluza”». Reivindica en él su forma de hacer política: «Un alegato en favor de la cordialidad, del respeto e incluso del afecto hacia el adversario». Frente al manual de resistencia, el manual del amor. Dicen las malas lenguas andaluzas que le falta una jaculatoria para invitar a merendar una vez a la semana a toda la oposición, incluida la Marisú. Y durante la Feria de Abril, cena y chupitos todos las noches, que no se diga. Juanma, bendito seas, parece dispuesto a sustituir a Tomás Moro, patrono de los políticos, por San Valentín. Y hace bien, ahora que León XIV ha reivindicado la vida eterna, el cielo, como «la fiesta sin fin que nos aguarda». Fiesta sin fin sobre todo para el sanchismo, cuando Conde-Pumpido presida el tribunal del Juicio Final y falle que ir de putas es algo así como la corrida de la Beneficencia.

Ejemplos preclaros de amor en la política: lo de Koldo García con Ángel Víctor Torres cuando el aizkolari le confiesa emocionado: «Y aquí tienes un amigo para lo que te salga de los cojones». Lo de Otegi con el Apolo de la Moncloa. Lo de Bolaños con Álvaro García Ortiz, etc. Y abundan los sueños húmedos: Mertxe Aizpurua cuando ve de cerca al Apolo siente los mismos sofocos que Mirian Nogueras al peinarle el flequillo al Puchi. Ione Belarra cuando sueña con Putin cabalgando con el torso desnudo por la estepas siberianas. Ábalos cuando evoca la noche con Delcy Rodríguez en Barajas. La Yoli cuando escucha a Enrique Santiago recitar «El Capital» en verso, versión de Mao. O Rufián cuando se imagina perreando con Ayuso. «Manual de convivencia»: ¿sirve también para la familia Pantoja, Juanma?