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Nuevo libro

Mohamed Al Fayed, el magnate que convirtió Harrods en su propio reality de terror

Un nuevo libro revela cómo el dueño del icónico centro comercial espiaba a clientas y empleadas desde los probadores y baños del establecimiento

Mohamed al Fayed murió el año pasado Carl CourtAP

Durante décadas, Harrods fue sinónimo de lujo, exclusividad y sofisticación británica. Pero, según revela un nuevo libro explosivo, también fue el escenario de una vigilancia digna de un thriller. En "The Monster of Harrods", la periodista Alison Kervin destapa una red de cámaras ocultas, grabaciones secretas y espionaje sistemático bajo el mandato del polémico empresario egipcio Mohamed Al Fayed, quien dirigió los grandes almacenes entre 1985 y 2010.

La acusación más impactante: Al Fayed habría espiado durante años a clientas que se cambiaban de ropa en los probadores, así como a empleadas en vestuarios y baños. Un antiguo miembro de su equipo de seguridad ha confesado en el libro que era "muy probable" que cualquier persona que utilizara un probador en esa época estuviera siendo observada. Las cámaras, según detalla, estaban ocultas "en las entradas y discretamente dentro de los probadores".

Teléfonos intervenidos

Y no solo eso. La vigilancia alcanzaba niveles de obsesión. El jefe de seguridad de Al Fayed, el exdetective John MacNamara, habría ordenado instalar micrófonos, intervenir teléfonos y seguir los movimientos de todo el personal, desde altos ejecutivos hasta chóferes. "Nada ni nadie estaba fuera de su alcance", afirma un extrabajador conocido como "El Ingeniero", encargado de mantener el sistema de grabación funcionando las 24 horas. "Nos asegurábamos de grabarlo todo con claridad. Todo se archivaba".

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Según Kervin, quien entrevistó a más de 60 empleados y testigos, la tienda estaba equipada con alrededor de 40 pantallas que transmitían en directo imágenes desde todos los rincones del edificio. La autora define la experiencia de trabajar en Harrods como "vivir en el show de Truman", en referencia a la célebre película en la que la vida del protagonista es grabada y transmitida sin su consentimiento.

Los relatos incluidos en el libro apuntan a un entorno tóxico y controlado, donde los guardias de seguridad también se convertían en espectadores de las cámaras ocultas. "Se reían mientras observaban a mujeres en los vestuarios", relata una de las fuentes. Mientras tanto, MacNamara preguntaba por las mujeres que llamaban la atención del magnate, lo que sugiere una dinámica sistemática de acoso y selección de víctimas.

En respuesta a la publicación, Harrods emitió un comunicado institucional: "Nada en nuestros registros sugiere que existieran cámaras en áreas donde la privacidad personal pudiera verse comprometida". Pero las acusaciones son demasiado detalladas como para ignorarlas.

Mohamed Al Fayed murió en 2023 a los 94 años sin enfrentar cargos por estas conductas. Desde entonces, más de 500 personas han aportado testimonios que lo describen como un depredador sexual. La abogada Emma Jones, que representa a varias víctimas, pide una investigación pública. "Si estas grabaciones existieron, hablamos de una violación masiva del derecho a la intimidad. Las implicaciones legales son enormes".

La leyenda de Harrods nunca volverá a ser la misma.