Pepe "El marismeño": Veinte años de su vida alejado de las drogas

El 17 de este mes de febrero se cumplirán veinte años de la entrada de Pepe El Marismeño en un centro de Barcelona para iniciar un tratamiento de desintoxicación de las drogas. Su vida cambió radicalmente y hoy se afana en ayudar a otras personas a que superen las mismas adicciones que convirtieron su existencia en un infierno. “Aquella decisión fue tan positiva que el cambio fue brutal, me dio un vuelco tremendo la vida. Y si yo pude salir de aquel infierno, hoy lucho para ayudar a que otros muchos consigan lo mismo. Si se quiere, se puede. Es una labor muy gratificante.”

Son diecisiete años de lucha…

Tenemos abiertos centros en Sevilla y Málaga, y vamos a abrir otros en Huelva y Almería. Gracias a Dios estamos tratando a muchas familias y con resultados positivos en más de un ochenta y cinco por ciento de los casos. Por nuestros centros Galeno ya han pasado unas tres mil personas. Y nuestra satisfacción es muy grande.

Imagino el sufrimiento que supone ver que una persona no supera el tratamiento.

Si eso sucede me siento muy mal. Porque las recaídas son muy duras.

Para el sujeto, pero también para sus familias.

Efectivamente. La drogadicción es una apisonadora que mata, de una forma u otra, al enfermo y a los que tiene alrededor. El sufrimiento está siempre en los niveles más altos.

Uno de sus antiguos pacientes, José Fernando Ortega Cano, saldrá en los próximos meses del centro en el que lleva ingresado cinco años…

Es una noticia que me causa muchísima alegría. Es una maravilla de chico y tiene un gran futuro por delante. Quiero a su padre con locura y se que debe estar súper contento al ver a su hijo limpio.

¿Considera que Kiko Rivera ha superado sus adicciones?

No tengo contacto con Kiko, hace muchos años que no le veo. Espero que ya esté bien y recuperado de todo. Si el chaval ha salido adelante me da una gran alegría.

Sofía Cristo es un buen ejemplo de recuperación total. Incluso ayuda a otros a que salgan del precipicio.

Siguió un tratamiento con resultados muy positivos y su labor actual es muy satisfactoria. Sentí una enorme pena cuando falleció su padre, Ángel era un gran artista y no pudo salir del mundo de las drogas, fue una pena. Le conocí y era una buena persona.