Confesiones sin absolución

Pitingo: «Estamos siendo un ejemplo de unión»

El artista de Ayamonte, que rescató a su familia en Catarroja y sigue ayudando sobre el terreno en los pueblos de Valencia, destaca la fraternidad en medio de la DANA

Pitingo
PitingoC. PastranoLa Razón

A Pitingo (Ayamonte, 1980) nadie le tiene que contar la catástrofe de Valencia. La tiene delante de sus ojos. Tras acudir al rescate de su familia en Catarroja, el artista continúa ayudando llevando comida o productos de limpieza, casa por casa, «como un ciudadano más». En esta entrevista, el carismático cantante solo levanta la vista de la DANA para recordar el día que hizo enmudecer las palmas de Obama, agradecer los aprendizajes de «Masterchef Celebrity» (RTVE) o prometer más soulería en su mañana musical. Su hoy sigue estando en Valencia.

Lleva más de una semana volcado en los valencianos, ¿cómo está viviendo esta tragedia?

Solo soy un ciudadano más aportando su granito de arena. El otro día iba preguntando a la gente qué le hacía falta. Un hombre se me acercó y me dijo que necesitaba un abrazo, le di ese abrazo, lloramos los dos y hasta le sacamos una sonrisa. Eso vale más que todo. Y ahí seguimos ayudando. Es una desgracia muy grande y espero que esto nos una un poquito, porque estamos viviendo una época en la que nos quieren separar.

Tras varias horas angustiosas, consiguió localizar a varios primos y sobrinos con vida en Catarroja, que han perdido su casa y fueron ayudados por unos vecinos. Usted que ha recorrido medio mundo con su música, ¿da fe de que somos un ejemplo de solidaridad?

Fueron momentos de angustia, porque estuvimos casi 48 horas sin saber de ellos. Había niños pequeños, de 2, 4 y 6 años. También un sobrino mío que tiene problemas de movilidad. Estaban con el agua al cuello. Gracias a Dios, un vecino los sacó de allí y se salvaron. ¿Somos un ejemplo? Sí. Estamos siendo ejemplo de unión. Aquí veo a la gente ayudándose, llorando juntos, riendo juntos, abrazándose sin conocerse…

Le ha tocado cumplir 44 años en estos días…¿Cómo se celebra la vida entre tanta destrucción?

Agradeciendo que mi familia está con salud y con mucha pena por las personas que han perdido a sus familiares, que han perdido todo. Mi regalo es lo que estoy viendo. Cada vez que aparecemos por los pueblos, la cara de felicidad de la gente, los abrazos…Ahora mismo estamos llegando a Valencia cargados con productos de limpieza, de higiene, comida, de todo. Intentamos que la ayuda les llegue en mano a su casa. O sea, no dejamos las cosas y nos vamos.

Mientras se entrega a la solidaridad, le estamos viendo en «Masterchef Celebrity», donde ha sorprendido por su destreza. ¿Con quién aprendió a guisar y qué le ha enseñado este concurso?

Aprendí copiando a mi abuela, a mi madre y a un tío mío, que fue jefe de cocina del Parador de Ayamonte, el Pititi. El programa ha enseñado muchísimo, sobre todo, a respetar a las personas que están detrás de una cocina, el estrés y también, el arte de la cocina.

Pitingo posa para LA RAZÓN en Tres Cantos
Pitingo posa para LA RAZÓN en Tres CantosCipriano Pastrano DelgadoLa Raz—n

En «MC» ha contado que rogó al Barack Obama que dejara de dar palmas en una actuación. ¿Qué nos puede decir de los Obama?

Fue todo muy amistoso. Estábamos en petit comité, él se puso a tocar las palmas y le dije que las palmas no se tocaban así, que el flamenco tiene un ritmo…Fue encantador. Son muy buenas personas. Hace poquito estuve con su mujer, Michelle, en Palma de Mallorca, y fue maravillosa, como siempre.

También se ha acordado de su mujer, Verónica, de la que ha dicho «cada vez que me caigo, ella me levanta». Parece que 30 años a su lado no son nada, ¿o lo son todo?

Siempre que me he caído me ha levantado y cuando ella se ha caída yo también la he levantado. Llevamos desde los 15 años. Nos mimamos y sabemos lo que nos pasa. Son muchos años y espero que sean muchos más.

Ha mostrado su opinión de temas políticos más de una vez. ¿Se arrepiente de haberse metido hasta esa otra cocina?

No tengo ningún ideal político, he votado a izquierda y derecha y si uno lo hace mal, dejo de votarle, y si no quiero votar, no voto. Con todo esto que está pasando, ahora mismo no sé qué hacer. Con esto no digo que sean todos malos, ni que sean maravillosos. Si quiero opinar opinaré, nadie nos puede quitar la libertad y el respeto.

Hace unos meses recibió el «Castillete de Oro» en el Festival del Cante de las Minas. ¿Se siente profeta en su tierra?

Es un premio que tienen Paco de Lucía, Camarón, Vicente Amigo, Enrique Morente… los grandes. Cuando lo recibí pensé: «Dios mío, ¿seré merecedor». Estoy orgulloso de estar ahí. En cuanto a si me siento profeta en mi tierra, por mi pueblo, sí. Me quiere. Otra cosa son las instituciones. Yo no busco nada, ni en la calle, ni nada de eso. Solo el cariño de mi Ayamonte de mi corazón.

Tras el éxito de «Soulería de ida y vuelta», ¿hacia dónde le encaminan su próximos pasos?

Jamás me voy a apartar de mi soulería pero sí intento mejorar. Soy muy crítico a la hora de escucharme, por eso en casa no tengo ni un disco mío.