Casas reales
Hermanos enfrentados
La rivalidad entre Meghan Markle y Kate Middleton parece estar afectando a los príncipes William y Harry. El motivo del distanciamiento no es otro que la presunta infidelidad cometida por el nieto mayor de Isabel II y que de ser cierta no aprueba su hermano menor. Además, todo apunta a que esta primavera, coincidiendo con la llegada del primer hijo de los duques de Sussex, los hermanos dividirán su corte para desempeñar unas responsabilidades cada vez más diferenciadas.
Para entonces, Harry y Meghan dejarán la casa de dos habitaciones que tienen ahora en Nottingham Cottage para mudarse a una nueva residencia de Windsor. Podrían contar con el apartamento del Palacio de Kensington para su residencia oficial en Londres, pero tendrán oficina distinta a la de los duques de Cambrigde. Aunque continuarán trabajando juntos con The Royal Foundation, desde donde apoyan distintas ONGs. La llegada del nuevo bebé en la Casa Windsor habría acelerado los trámites. El hijo menor de Lady Di y el príncipe Carlos y la ex actriz americana quieren criar a su retoño en un ambiente «lo más normal posible». Y aunque los duques de Cambridge también lo han intentado hasta ahora, son consciente de que, inevitablemente, su prole –formada por George, Charlotte y Louise– tendrá cada vez más encima el intenso foco de escrutinio público, especialmente, el primero, al fin y al cabo, heredero al trono. «Si tienes una oficina privada que trata de gestionar ambas facetas, las cosas se ponen difíciles», explicó en su día una persona cercana al «The Sunday Times». «Cuando William se convierta en el Príncipe de Gales, asumirá una gran responsabilidad adicional, incluido el Ducado de Cornwall y todo lo que eso conlleva. Los duques de Sussex no tendrán nada de eso y están decididos en forjar sus propios caminos», matiza.
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