Criminalidad

«Hay una bala que lleva tu nombre escrito»

Los responsables de la broma a Kate Middleton han sido aislados debido a las continuas amenazas que reciben

Michael Christian y Mel Greig, en un momento de la entrevista que concedieron a una cadena de televisión australiana
Michael Christian y Mel Greig, en un momento de la entrevista que concedieron a una cadena de televisión australianalarazon

En un principio, el dedo acusador se posó directamente sobre dos locutores de radio que quisieron despertar a sus oyentes «con una broma sin malicia». Pero ahora, parece que, tras la muerte de Jacintha Saldanha, hay más culpables. Y es que una de las tres notas que la enfermera de Catalina dejó antes de quitarse la vida iba dirigida al hospital King Edward VII. La familia de la víctima ya ha recibido de mano de la Policía las copias mecanografiadas de las tres misivas. Una tiene que ver con la broma que le gastaron los presentadores de la radio australiana; en otra explica con detalle cómo quiere que se celebre su funeral en la India, y la última va dirigida a sus jefes, a los que critica por su comportamiento, según detalló ayer el rotativo «The Guardian». Al parecer, los responsables del centro médico no habrían sido tan comprensivos con ella como ahora aseguran. Por su parte, Scotland Yard investiga las llamadas que Saldanha realizó antes de ahorcarse y una serie de correos electrónicos que serían muy relevantes para la investigación que ha comenzado esta semana y que hasta el próximo mes de marzo (justo el mes en el que la enfermera cumpliría 47 años) analizará un suceso que ha dado la vuelta la mundo. El diputado laborista Keith Vaz, que actúa como portavoz de la familia, explicó ayer que el marido de Saldanha había entregado una carta a John Lofthouse, director ejecutivo del hospital King Edward VII, demandándole toda la información sobre lo ocurrido. Mientras, el responsable de Scotland Yard, James Harman, asegura que para la investigación que la Policía Metropolitana está llevando a cabo se han puesto en contacto con sus compañeros de Australia. Y es aquí donde entra otro de los temas más polémicos del caso, la situación en la que se encuentran Michael Christian y Mel Greig, los locutores que protagonizaron la broma. Su estado de ánimo es límite y no saben cómo afrontar el impacto mediático de su travesura, según explican en diversos medios de comunicación. A la baja forzada de los locutores y la cancelación de sus cuentas de twitter, se suma que han tenido que ser trasladados a una casa con seguridad especial durante las 24 horas después de que hayan sido objeto de amenazas de muerte. «Daily Star» desveló ayer que Christian habría recibido una carta en la que ponía: «Hay una bala por ahí que lleva tu nombre escrito». Los locutores podrían estar recibiendo asesoramiento legal, ya que todo indica que serán interrogados por Scotland Yard pues podrían haber violado la ley británica que prohíbe la difusión de conversa

Náuseas persistentes

Ajeno a la polémica, el jueves, el príncipe Guillermo acudió en solitario al estreno de la película «El Hobbit» en Londres, mientras Catalina de Cambridge continúa su reposo. «A Kate le hubiese encantado estar aquí», aseguró el heredero, quien también añadió que no sabe «por qué lo llaman molestias matutinas cuando deberían llamarlo molestias diarias y nocturnas», en relación al continuo malestar que siente a diario su esposa a causa de la hiperemesis gravídica que le fue diagnosticada hace días. Éste fue el motivo por el que se dio a conocer el estado de buena esperanza de Middleton, ya que la pareja tenía pensado hacerlo público unas semanas

más tarde.