Lucía Etxebarría: «He prescindido del coche y de mi asistente»

–«Liquidación por derribo». ¿Tiene claro lo que casi nadie tiene claro?

–Si lo tuviera, me presentaría a las elecciones. Sólo sirvo para hacer el payaso, como dijo Chaplin.

–Dice que es preferible una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila. ¿Es usted libre y peligrosa?

–Intento ser libre e intento no ser peligrosa. El que es peligroso para los demás, acaba siéndolo para sí mismo.

–¿Ve mucha libertad peligrosa o más servidumbre tranquila?

–Mucha servidumbre peligrosa.

–¿Hay pan para tanto chorizo?

–Lo que no hay es cárcel para tanto chorizo.

–Ya no es la izquierda contra la derecha, dicen, sino los de abajo contra los de arriba...

–Entre el blanco y el negro siempre hay infinitos matices de grises. El truco sigue siendo «divide y vencerás». No quiero eso.

–No pretende arreglar el mundo, dice. ¿Tiene arreglo?

–Es preferible pensar que sí aunque no lo tuviera.

–¿Ha hecho algún recorte?

–He prescindido del coche y del asistente personal.

–¿Ha caído en pequeñas corrupciones? ¿Cuántas veces, hija?

–Muchas, y sobre todo morales. En cuestiones sentimentales, he dicho «sí» cuando debía haber dicho «no». Cedí parte de mi integridad.

–Señala al fútbol como el opio del pueblo. Viejo asunto...

–Sí. Ahora ya sería el «éxtasis» (MDMA) del pueblo.

–¿Cuál es su «éxtasis»?

–El chocolate blanco y la Coca-cola. De joven probé todas las sustancias ilegales y las dejé, gracias a Dios.

–¿Quién no disfrutará del libro?

–Si le gustara a mucha gente debería preocuparme.

–Para salir de la crisis, nada como un libro de éxito sobre la crisis, ¿no?

–Para salir de la crisis, nada como escribir «50 sombras de Grey». A mí me hubiera gustado escribir «Historia de O».

–A mí, «Historia de U». Subtítulo: «Em-palma-do».