Pitingo: «Me presenté a un ''talent show'' y fui rechazado»

–Es juez en «El número uno». Júzguese como juez...

–Me doy un cinco peladillo. Siempre he sido juzgado, ahora estoy aprendiendo a juzgar.

–¿Le gustaría ser juez en los tribunales de justicia?

–Sí, me encantaría ser juez con puñetas, toga y todo eso.

–¿Le placería condenar a...?

–A los corruptos, a los que teniendo mucho quieren siempre más y más.

–¿Y a quién no condenaría nunca?

–A los que roban para comer, al desahuciado que se niega a dejar su casa.

–Tiene tela que le llamen fallo a la sentencia, ¿no?

–Sí, porque a veces fallan más que una escopeta de feria. Hay muchas sentencias que no se entienden.

–¿Cuál debe ser la gran virtud del juez?

–La bondad y el rigor.

–Cada español es un seleccionador nacional y un juez...

–Sí, largar de los demás es el deporte nacional. No me gusta hablar mal de los otros porque no me gusta que hablen mal de mí.

–«No juzguéis y no seréis juzgados», dijo Jesús.

–Me encanta ese dicho. Soy muy creyente, y creo que Dios pone a todo el mundo en su sitio.

–«El número uno». Hoy, si no eres número uno no eres nadie...

–No es sano pensar así. El éxito es una enfermedad cuando se convierte en obsesión. Para mí el éxito es mi familia y dormir tranquilo.

–¿Habría ganado un concurso como éste?

–No lo sé. Hace años me presenté a uno y no pasé las pruebas, no me aceptaron. Las vueltas que da la vida: de rechazado a juez.

–Hoy, ¿es más importante el estilo y la imagen que la voz?

–Lo importante es ser artista. Hay gente que tiene poquita voz y es artista. Y hay gente que tiene mucha voz y no lo es. El artista nace, no se hace.

–¿En qué es usted un número uno?

–En mi comportamiento con los amigos y en la cocina. Me salen muy bien las papas con choco, la fabada, el conejo al ajillo, el gazpacho, la tortilla de bacalao...Me relaja mucho cocinar.

–Claro, no tiene al lado a Alberto Chicote...