Crónica

Los sábados de Lomana: Sánchez compra voto a los de 18 con el bono populista

Ni socialistas ni gaitas, son comunistas
Ni socialistas ni gaitas, son comunistasEduardo ParraEuropa Press

El señor Sánchez ya empieza a colocarse en clave electoral, organizando mamarrachadas varias que es probable que se queden en agua de borrajas. Regalo de cumpleaños al cumplir los 18 años para gastar en Cultura pero eso sí, los toros no estarán incluidos en la Cultura ni algo de lo que vive muchísima gente. Será, como dice Rosa Belmonte, «los toros están por encima de esas vulgaridades». Cuando ahora todo es Cultura, incluidos los videojuegos, nada es cultura. ¿Nos está tomando el pelo? ¿No sería mejor que toda esa generosidad se invirtiese directamente en Cultura mejor que en comprar votos? Justo al cumplir 18 que es la edad que pueden votar. No contento con ese regalito da una paga extra mensual de 250 euros hasta los 35 para que se puedan emancipar. Este tipo de prácticas son típicas de los regímenes populistas comunistas, migajas para que agradezcan al jefe con su voto, cuando a los que tendrían que agradecer estos jóvenes su cheque regalo es a los contribuyentes, esa clase media sufridora de todos los desmanes del Gobierno. Franco daba gran cantidad de regalos cuando te casabas, también por el nacimiento de los hijos, por primera vez en España los obreros podían veranear en pisos de lo que se llamaba Educación y Descanso, de la misma forma que se construían muchísimas viviendas de protección oficial para las personas que justificasen su escasez de recursos. Eran formas de mejorar la vida en un país precario que acababa de salir de la guerra. Pero esta compra del voto a los jóvenes de 18 años es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos. El populismo campa por España mientras sigue subiendo la luz, el peaje de las carreteras y se embiste una vez más contra Madrid y nuestras ventajas fiscales, que tampoco son un exceso, solo falta una intervención del Ejército, el asalto a Madrid, comunidad que tiene a socialistas como Ximo Puig de los nervios. Ya tenemos un anti proyecto de ley para los Presupuestos que como dice la ministra Montero les ha quedado precioso, basándose en 27.000 millones en fondos Europeos, todavía por recibir. Aquí no se calcula el crecimiento con un gasto disparatado, da lo mismo cuál sea el ingreso. Y cuál sea el déficit. Se basan las cuentas en estimaciones erróneas, soñando con fondos europeos. Suben el impuesto de sociedades para pulírselo en bonos regalo. Y todavía faltan los tiburones de la España política en forma de Bildu, Esquerra Republicana y PNV pidiendo a dos manos a ver si terminan de liquidar España. Imaginen qué es lo que puede quedar después de sus peticiones. Por si todo esto fuese poco, en el disparate nacional ahora habrá que hacer un curso para tener perros. No hace falta curso ninguno para tener hijos, ni para casarse, pero para un perro, sí. Ideas podemitas para montar algún chiringuito de amigos y llevarse otro sueldo a casa.

El presidente Sánchez habla de una ley para los delitos de odio, mientras contempla impasible el ascenso del fascismo en Cataluña contra cualquier ciudadano constitucionalista que reivindique su derecho a hablar en castellano, la lengua oficial de nuestra nación. Hemos podido ver el ataque bestial destrozando una carpa en el campus de la Universidad de Barcelona hacia unos estudiantes cuyo único delito era defender su derecho a utilizar nuestro idioma.

Menos mal que por lo menos tenemos alguna noticia buenas como es la bajada continúa de incidencia del Covid.