Opinión

El diario de Amilibia: Mambrú se fue a la guerra...

Parece que España está llena de fantasmas que arrastran pesadas cadenas marca Sánchez S. L.

Acto de partido del Psoe en Ifema con la asistencia de Pedro Sanchez y Jose Luis Rodriguez Zapatero para celebrar la composición del nuevo ejecutivo. / © Alberto R. Roldán 26 11 2023
Acto de partido del Psoe en Ifema con la asistencia de Pedro Sanchez y Jose Luis Rodriguez Zapatero para celebAlberto R. RoldánFotógrafos

Últimamente nos han bombardeado con titulares bélicos: "Sánchez monta un Gobierno para la guerra total con el PP", "Sánchez elige un Gobierno de resistencia", "Ayuso se rearma para la guerra con Sánchez", etc. Y Feijóo añade: "Esto será un paréntesis: el PP romperá las cadenas de Sánchez". Parece que España está llena de fantasmas que arrastran pesadas cadenas marca Sánchez S. L., pero ya dijo Voltaire que "es difícil liberar a los necios de las cadenas que veneran". Para no desentonar con este ambiente, Mambrú se fue a la guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena. Va en son de paz y resulta que Israel casi nos declara la guerra. Va a estrechar lazos y abre una crisis diplomática. Va a dar lecciones de lucha antiterrorista por aquella victoria de las Fuerzas de Seguridad contra ETA y en vez de recibir una matrícula de honor de Netanyahu, recibe la felicitación de los terroristas de Hamas, que aplauden su audacia y valor.

Pedro Sánchez
Pedro SánchezEUROPAPRESSEuropa Press

No se pueden conseguir más cosas en tan corta gira. Ahora solo falta que viaje a Ucrania para decirle a Zelenski que, porfa, no se pase con la defensa de la patria invadida porque probablemente entre los atacantes rusos también haya menores de edad, mujeres y puede que hasta niños. Putin le felicitará y le hará entrega de la Gran Cruz de San Andrés y el título de Héroe de la Federación Rusa. En el Congreso le harán pasillo Sumar, Podemos, Bildu, ERC, Junts, BNG, IU, etc., y entre vítores lo llevarán a hombros hasta la entrada, donde lo sentarán sobre uno de los leones. Gran imagen napoleónica para nuestra historia.

Eso sí, el chaleco antibalas que lució por los kibutz le sentaba como a pocos. Esperamos ansiosos ver cómo le sienta el casco.