Opinión

El diario de Amilibia: Que Ayuso dimita como novia

"Hay otras crisis amorosas en ciernes. Dicen que Puchi romperá con el monclovita si no gana en Cataluña"

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a su llegada para recibir al embajador de la República Checa en España, Libor Secka, en la Real Casa de Correos, a 19 de marzo de 2024, en Madrid (España). Libor Secka fue elegido en agosto de 2023 para liderar la Embajada de la República Checa en España, en Madrid. Previamente desempeñó el cargo de Embajador de la República Checa en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, así como en China. 19 MARZO 2024;AYUSO;LIBOR SEC...
Ayuso recibe al embajador de la República Checa en España, Libor SeckaGustavo ValienteEuropa Press

Cuentan los analistas de la crónica rosa política, esa que hace extraños compañeros de cama, que se acercan tiempos de zozobra en ese negociado y sus aledaños. Díaz Ayuso tiene advertido su derecho «a dormir en la cama que le dé la gana». Pero Él, erigido en el nuevo Papa del Palmar de la Moncloa, es quien dicta las normas morales que rigen nuestros usos y costumbres, y exige todos los días a Ayuso que dimita como presidenta, cuando, como ha apuntado finamente Arcadi Espada, solo debería pedir que dimita como novia, cosa que hará un día de estos si así se lo aconseja el Prefecto de la Doctrina de la Fe, monseñor Bolaños, para luego solicitar, dicen, que rompa con su Alberto y, arrepentida por su relación pecaminosa, ingrese en un convento de clausura de la orden de la Cartuja con voto de silencio.

Mientras, el PP le pide a Él que dimita por su responsabilidad en la relación impúdica de Ábalos con el aizkolari Koldo García y sus comisiones a golpe de centollo y por los contactos de su esposa Begoña Gómez con Air Europa. Respecto a este último caso, lenguas de triple filo comentan que la vinculación de la Bego con la compañía aérea era puramente técnica: negociaba el cambio del Falcon presidencial por un Boeing 747-2000 B como el de Joe Biden, vieja aspiración de Él y Ella, que desean un Air Force One con suite presidencial, vestidor privado, gimnasio, baño y duchas. Aún no se le ha ocurrido a Feijóo pedir que dimita como esposo.

Hay otras crisis amorosas en ciernes. Dicen que Puchi romperá con el monclovita si no gana en Cataluña. Y que la relación de Él con la Yoli no es la que era. Ya no la quiere por sus arrebatos pasionales, solo por sus votos.