Incertidumbre
Hunter, el hijo artista de Joe Biden: su futuro cuando su padre deje el cargo
Según los críticos, sus pinturas se vieron impulsadas por la influencia de Joe Biden
A sus 54 años, Hunter Biden no arrastra un pasado precisamente modélico del que su padre pueda sentirse orgulloso. Adicciones, sospecha tráfico de influencias y juicios. Es, de hecho, el primer familiar directo de un presidente en ejercicio profesional en afrontar un juicio penal, aunque los delitos fueron cometidos antes del mandato de su padre. Hace solo unos días acordó declararse culpable en el proceso que se le sigue por nueve delitos fiscales y la evasión de 1,4 millones de dólares en impuestos.
Sin embargo, siempre ha contado con la protección de su padre, Joe Biden.Fue criado en una familia donde todos trabajaban para contribuir a la carrera política del que sería 46° presidente de los Estados Unidos. Una de sus facetas más conocidas es la artística. No le faltan elogios, pero los más críticos sospechan que el éxito de sus pinturas y el alto precio que han conseguido en el mercado se deben al impulso por su condición de "hijo de".
Hunter ha vendido obras de arte hasta por 1,5 millones de dólares en los últimos años. ¿Se mantendrá su valor una vez que Joe Biden abandone la presidencia? Fue en 2021 cuando la prestigiosa galería de Nueva York Georges Bergès le abrió las puertas. Por sus pinturas, hasta entonces desconocidas, se llegaron a pagar hasta 500.000 dólares. ¿Realmente lo valían o era una maniobra de sus compradores para acercarse a su padre? La respuesta a quienes aún se hacen esta pregunta la dará el tiempo, cuando Joe deje la Casa Blanca y él tenga que afrontar la posibilidad de ingresar en prisión. El contrato con la galería ya caducó. "Su prestigio durará poco. No creo que haya logrado un verdadero impulso", ha declarado a "The New York Times" Charlier Horne, presidente de Gurr Johns, una firma de asesoría y valoración de obras de arte.
Entre los compradores están Kevin Morris, abogado de Hollywood y amigo personal de Biden. Compró once obras por 875.000 dólares. Es decir, más de la mitad de esos 1,5 millones que habría obtenido el abogado y artista por sus obras, quien, según declaró hace un tiempo, su pasión por la pintura le ayudó a superar su adicción al crack. La galería Georges Bergès describió sus obras como llenas de esperanza y perseverancia y destacó "su dominio del color y la forma, y lo más importante, su autenticidad". Aunque los galeristas intentaron mantener el anonimato de los compradores, finalmente se supo que, además de Morris, Elizabeth Hirsh Naftali, donante demócrata, y William Jacques, copropietario de Bergès, habían adquirido algunas de sus pinturas. El resto, siete más, no han sido identificados.
✕
Accede a tu cuenta para comentar