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Cómo dormir fresco en verano: 10 consejos efectivos
No echarte desodorante por la tarde, dormir con un pijama de algodón o tener plantas de interior en la habitación son algunas de las recomendaciones para dormir más fresco por las noches
Buena parte de la península está sufriendo una ola de calor con temperaturas incluso que prometen llegar hasta los 44º. Con estas temperaturas tan altas, dormir por la noche no es una tarea sencilla sino dispones de un aire acondicionado o de un ventilador.
Por lo que estos son 10 consejos que puedes seguir a la hora de irte a dormir para minimizar la temperatura corporal y la de la habitación. Son muchas las personas que no disponen de un sistema de aire frío por lo que estas recomendaciones prometen hacer más amenas las noches más calurosas de verano.
10 consejos para minimizar el calor en las noches de verano
La primera recomendación radica en la postura que hay que tener a la hora de dormir. Numerosos expertos explican que la postura de 'la estrella de mar' es la más idónea dado que al acostarse con los brazos y las piernas estiradas el sudor puede evaporarse. La segunda postura preferida para pasar menos calor sería 'de lado' pues hay menos contacto entre el cuerpo y el colchón.
El segundo consejo es poco convencional aunque es el más efectivo: congelar las sábanas y fundas de almohada. Será la mejor manera de dormir fresco sin tener aire acondicionado. Para ello solo hay que meter las sábanas en una bolsa de plástico y llevarlas al congelador.
Si compartes la cama con tu pareja o mascota, la recomendación principal es poner distancia. Así evitaréis sentir el calor corporal de la otra persona. Podéis probar a poner una almohada en medio o cualquier otro objeto que os ayude a manteneros separados mientras dormís.
El cuarto consejo es estudiar cuál es la habitación más fresca del hogar. Habrá habitaciones que tengan orientación norte o en las que haya mayor corriente por la noche si se abren las ventanas. Por lo que la recomendación es mover el colchón a esa otra habitación donde haya menos calor.
Persianas y cortinas cerradas durante todo el día. Esta es la recomendación más conocida por excelencia. Pues al tener todo cerrado se impedirá que las altas temperaturas de afuera asolen en el interior de la habitación.
El pijama también juega un papel fundamental en las noches de más calor. La mejor recomendación no es dormir desnudo como muchos aseguran, sino con un pijama holgado de algodón. Pues es un material muy transpirable que absorbe parte de la humedad.
En la séptima recomendación se vuelve a hacer uso del congelador. Esta vez para congelar una toallita. Una pequeña toalla que a la hora de acostarte podrás poner en la frente, nuca o incluso en las muñecas, donde ayudará a refrescar todo el cuerpo.
Las plantas de interior también pueden ser un buen aliado para tratar de refrescar la habitación. Pues hay plantas que absorben el aire caliente y lo desprenden con exceso de agua en sus hojas, lo que les ayuda a refrescarse. A través de ese proceso también refrescarán la habitación en la que estén situadas.
El penúltimo consejo es darse una ducha antes de ir a dormir. Aunque esta recomendación la realizan muchas personas antes de afrontar una noche especialmente calurosa. El último consejo también va ligado al anterior. En este caso la recomendación es no echarse desodorante después de la ducha o durante la tarde. Pues hay desodorantes que bloquean los poros para evitar la sudoración, lo que ocasionará que la temperatura corporal aumente.
Además, si en vez de seguir solo uno o dos consejos de esta lista, tratas de llevarlos todos a cabo, la noche te resultará mucho más fresca y amena.
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