Reino Unido

ANÁLISIS: Las espadas están en alto

La Razón
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Todo lo sucedido en esta campaña indica el cambio casi seguro hacia el conservadurismo como la opción que garantice la recuperación económica, pero hay demasiadas incógnitas para poder afirmarlo. Tradicionalmente, el parlamento inglés ha repartido los escaños entre laboristas y conservadores. En cambio, en estas circunstancias, la victoria de los «tories» puede ser insuficiente para lograr la mayoría absoluta, lo que propiciará una situación que no se vivía desde 1974 y que dificultará la deseada estabilidad política.Los ingleses no están acostumbrados a gobernar con pactos parlamentarios que, no obstante, se plantean difíciles a tenor de las declaraciones de unos y otros. El primer debate televisado ayudó a que emergiera Nick Clegg, como imagen del cambio que necesita Reino Unido, frente a un Brown que transmite imagen de proyecto agotado y a un Cameron indeciso, aunque en principio es el líder más dispuesto a atajar la crisis. La convicción de fracaso entre los laboristas ha llegado a tal punto que algunos correligionarios de Brown han pedido a sus simpatizantes que voten a Clegg para evitar el ascenso «tory» en circunscripciones marginales.Con unas encuestas que no garantizan la mayoría absoluta en el parlamento puede ser que, finalmente, La Reina se vea obligada a dirimir la controversia por la figura del primer ministro.