Navarra
Los ganaderos defienden la diversidad de encastes
Un grupo de ganaderos de diversas procedencias defendieron esta mañana la pluralidad de encastes «contra la estandarización del toro bravo» dentro de una mesa redonda celebrada hoy en Madrid y organizada por la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL).
Así, Eduardo Miura enumeró «trabajo, constancia, afición y suerte» como los secretos para que su ganadería haya perdurado tantas décadas desde que en 1842 fuera fundada por su tatarabuelo.
«Nos hemos mantenido fieles a una línea ganadera que nunca ha sido alterada, en nuestras dehesas tenemos animales morfológicamente únicos, por su largura, altura y su viveza. Son como avispas, puro nervio a la mínima que se les inquieta, por lo que hay que andarles con tranquilidad, a su aire, para que no se den cuenta que los están desengañando», justificó para defender la importancia de «no perder la impronta personal».
«Hay que apostar por un tipo de toro que es el que toda la vida se ha criado en mi casa, el futuro dependerá de nosotros, si somos capaces de huir de la monotonía del monoencaste, y desde luego que los toreros y empresarios apuesten por la variedad de encastes», reiteró
El coloquio, coordinado por la secretaria general de la UCTL, Isabel Carpio, también contó con la asistencia de José Joaquín Moreno Silva. El criador de toros de encaste Saltillo apostó por una reforma en el modelo actual de manera que «los carteles se hagan en función del toro», medida que «agradecerá el aficionado».
Por ello, puso el ejemplo de Francia, país en el que mejor salida encuentra a sus toros y donde la verdadera figura es el toro, protagonista real del festejo. «Hay que buscar soluciones en lugar de tantas lamentaciones, porque en el sistema actual son doce o catorce los toreros que más torean y siempre repartiéndose las mismas doce o catorce ganaderías».
Por otro lado, José Luis Algora, representante de los míticos «pablorromeros» de Partido de Resina, priorizó «acercarse a las necesidades del toro actual pero sin cambiar la identidad de cada ganadería y de su encaste». «Lamentablemente muchos toreros no miran más allá de los quince años que suelen estar en activo y es necesario que hicieran un esfuerzo, aportando parte de lo que reciben del toro», solicitó explicando que este legado «quedaría en la Fiesta para siempre» en beneficio del «aficionado».
Por último, la casta Navarra estuvo presente por medio de Miguel Reta, que se confesó «un viejo romántico». «Hice una apuesta personal por recuperar un encaste desetimado para el toreo desde finales del siglo XIX, en la actualidad, cuenta con 850 hembras y 35 machos con identidad genética propia, en 16 ganaderías de Navarra, de los que ya hay 32 hembras y 2 machos aprobados para la lidia», relató.
Se siente un privilegiado por «recuperar un encaste tan bonito como la casta Navarra, una tarea en la que se está trabajando desde 1996, y que ya ha empezado a dar sus frutos en becerradas y novilladas sin picadores». Asimismo, Reta aprovechó la charla para agradecer «el compromiso de Juan José Padilla y Alberto Aguilar, que están colaborando en la práctica de tientas duras, la escenificación de un toreo a la antigua». «Desde esos planteamientos estamos buscando la toreabilidad de unos toros que no emocionan precisamente por su presencia, ya que son más bien terciados, pero que aportan mucho interés por el nervio que desarrollan», finalizó.
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