
Atenas
Moodys rebaja la solvencia de Grecia y pone a Portugal al borde del rescate
El efecto dominó de la crisis periférica volvió a dominar ayer el mercado de deuda soberana y puso a Portugal al borde del rescate. El interés del bono luso a diez años marcó un nuevo máximo histórico –7,64%– en el secundario poco después de que la agencia de calificación crediticia Moody's decidiera rebajar tres escalones la nota de solvencia de Grecia, el primero de los países rescatados por la UE.

Los analistas son claros al señalar que las experiencias vividas en la etapa más dura de la crisis de deuda han enseñado al mercado a discriminar. Así, los «hedge funds», que en la práctica dominan el secundario, castigan a aquellos países con elevada deuda exterior y déficit disparado y cuyos gobiernos aún no han tomado las medidas de austeridad reclamadas desde las instituciones europeas. Grecia, Irlanda y Portugal sufren el contagio de forma inmediata, mientras que España e Italia aún conservan el respaldo de los inversores.
Un mes de sangría
El rendimiento de la deuda portuguesa, que evoluciona de forma inversa a la demanda, acumula 21 sesiones –un mes entero– por encima del porcentaje del 7%, una barrera que los analistas utilizan como indicador de que un país necesita ayuda externa. En apenas dos meses, el bono luso se ha encarecido un 11% en el mercado secundario, un sobrecoste que se ha traslado a la percepción de riesgo que tienen los inversores sobre la economía de Portugal.
La prima de riesgo de invertir en el país vecino, medida como la diferencia entre el bono luso y el alemán a diez años en el mercado secundario, alcanzó ayer los 437 puntos básicos (un 4,37%). En las últimas 19 sesiones, concretamente desde el pasado día 9 de febrero del presente ejercicio, el riesgo país de Portugal no ha bajado de los 400 puntos básicos.
Con este escenario, el Tesoro luso encara mañana un nuevo examen con el mercado. Portugal quiere colocar hasta mil millones en obligaciones a tres años y el mercado descuenta ya que el Estado tendrá que elevar el interés ofrecido a los inversores para que le presten su dinero a la dañada economía portuguesa.
Respecto a Grecia, economía ya rescatada, el mercado ya tenía prevista la rebaja del rating por parte de Moody's, aunque la intensidad del recorte sí ha sorprendido a los inversores. La agencia de calificación bajó ayer tres escalones, desde «Ba1» hasta «B1» con perspectiva negativa, la nota de solvencia de la economía helena ante la perspectiva de que el país tendrá que volver a reestructurar su deuda. El país recibió un préstamo trianual de 110.000 millones de euros en mayo de 2010 para evitar su bancarrota.
Atenas carga contra las agencias
El Ministerio de Economía de Grecia cree que la rebaja de calificación crediticia realizada por Moody's está «completamente injustificada», ya que no se basa en una evaluación «objetiva y equilibrada» de las condiciones actuales del país. El Gobierno heleno se muestra muy crítico con el trabajo de las agencias de calificación crediticia, a las que acusa de «competir unas con otras para identificar los riesgos que conducirán a una nueva crisis», después de que no supieran identificar los que llevaron a la crisis financiera en 2008.
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