Tomás Gómez boicotea a Trinidad Jiménez y le roba la foto del día

No se le esperaba y su presencia cayó como una bomba sobre la Plataforma de apoyo a Trinidad Jiménez. Debía ser el gran día de la ministra como precandidata, un acto multitudinario en el «castillo» de su contrincante, y la gloria de la foto del «tándem» Trinidad-Lissavetzky, pero Tomás Gómez le robó ambas cosas. El secretario general del PSM apareció en la sede del partido en Callao apenas tres minutos antes de la llegada de Jiménez y Lissavetzky.

Al enterarse, la ministra aceptó saludar a Gómez antes de hablar ante los dos centenares de personas, entre militantes y medios que la esperaban. Entonces, su oponente en las primarias socialistas madrileñas le hizo la segunda jugada del día. Jiménez esperaba que el encuentro fuera en privado, sin posados con el «rebelde», sólo un breve saludo. Pero cuando entró en su despacho se encontró a un fotógrafo dispuesto a inmortalizar el apretón de manos. Con este acto, Gómez lograba que la ministra le rindiera pleitesía en su «castillo», y, de paso, conseguía la indignación del resto de Prensa gráfica con Jiménez, ante la que hicieron plante de cámaras hasta que accediera a repetir la imagen. La precandidata tuvo que buscar de nuevo a Gómez para volver a posar, con disgusto, en la foto que atestiguaba que su plan de gloria y conquista de Callao se le había ido al traste.