Estreno

CRÍTICA DE CINE / «One Day»: Tal como fuimos

Anne Hathaway participa en la cinta
Anne Hathaway participa en la cintalarazon

Directora: Lone Scherfig. Guión: David Nicholls a partir de su novela. Intérpretes: Anne Hathaway, Jim Sturgess, Patricia Clarkson, Ken Stott. Duración: 108 min. EE UU, 2011. Comedia romántica.

Es cierto: casi siempre nos enamoramos de la persona equivocada. Y, al igual que sucedía en «Tal como éramos», que dirigió con tanta eficaz emoción Sydney Pollack en 1973 y uno de los referentes más claros de la película realizada por Lone Scherfig (sí, la misma autora de la superior «An education»), los destinos de dos personas provenientes de mundos bastante dispares terminan indefectiblemente unidos. Porque Emma (Anne Hathaway), que pertenece a la clase trabajadora y cuya máxima ambición es mejorar el mundo, y el conquistador Dexter (Jim Sturgess), de familia acomodada, parecen ligar peor que el aceite y el agua. Hasta que la dilatada noche de graduación, el 15 de julio de 1988, comparten unas horas juntos y algo suena parecido a unas campanillas en el estómago de ambos. La cámara de Scherfig sigue durante los siguientes 20 años registrando la existencia de cada uno, ya sean juntos o no, porque los encuentros entre los protagonistas son contados. Pero que nadie piense en la hermosa y nostálgica «Antes del amanecer» y su derivado: «One day», que no tenía muy claro qué terreno pisar, deriva de manera paulatina hacia un final demasiado lacrimógeno y prolongado; por no hablar de la información que ratea al público de manera incomprensible sobre Emma, excepto la relación sentimental que sostiene durante un tiempo con un humorista frustrado e insoportable.
Por otra parte, la química entre Hathaway, que física e interpretativamente nunca da dos veces igual frente al objetivo siquiera en la misma película, y el todavía inmaduro pero carismático Sturgess, se tambalea a veces, aunque en estos tiempos de comedia romántica hueca, frívola, de usar y tirar, al cabo, es de agradecer cuando menos que los diálogos de un filme no suenen sólo a triquiñuela de Hollywood manida y barata.