Primera semifinal para el Almería (2-3)

LA CORUÑA- La Copa del Rey es una competición diferente. Entre unos y otros han intentado cargársela con horarios y formatos inaguantables. La final es el día más bonito del año futbolístico y lo sigue siendo a pesar del empeño de algunos. La Copa sobrevive y goza de perfecta salud. Como lo demostró ayer el Almería, protagonista de la historia del año en la competición del «ko».

Después de 30 años de historia -bajo distintas denominaciones-, el conjunto andaluz se coló entre los «grandes» y se clasificó por primera vez para las semifinales de la Copa. Y lo hizo por la puerta grande, eliminando al Deportivo, campeón en dos ocasiones, sin dejar lugar a dudas. El 1-0 cosechado en el Mediterráneo dejaba abierta la puerta de la remontada para el equipo deportivista, pero dos goles tempraneros de Corona y Crusat acabaron con las esperanzas blanquiazules.

Se había especulado mucho en La Coruña con el planteamiento del Dépor. Lotina mantuvo hasta el final que su prioridad residía en la Liga y que la Copa era sólo un premio añadido. Su idea era la de hacer muchas rotaciones y dar entrada a varios jugadores del filial. Pero la cercanía de unas semifinales coperas pudieron más que sus convicciones y acabó presentando un once de garantías.

El Dépor se encontró con dos goles en contra en apenas un minuto, entre el 19 y el 20 de la primera parte. Corona y Crusat, después de algunos rebotes, colocaron la alfombra roja para el Almería hacia semifinales. El tanto de penalti de Pablo Álvarez justo antes del descanso hizo soñar al más optimista.

La segunda parte comenzó con fuerza y Adrián sellaba el empate de cabeza. Los sueños se acercaban a la realidad. Hasta que llegó Iturralde y despertó a todo el mundo de golpe con un penalti a favor del Almería de lo más discutible. Goitom no falló y el Almería escribió una nueva página de gloria copera en Riazor.