La Selección un alivio

La Selección fue, durante muchos años, inopinado estorbo en el normal desarrollo de las competiciones nacionales. No tenía el gancho actual y hasta los entrenadores se molestaban por la llamada de determinados jugadores, a quienes deseaban mantener en la mejor forma posible para afrontar nuevos compromisos. Había incluso manifestaciones de protesta cuando un jugador regresaba lesionado al club. Alguien dijo algo parecido a que mandaba oro y le devolvían cobre. Ya no ocurre. Los técnicos saben que cualquier opinión desfavorable a la Selección les crearía críticas.
La Selección tiene carácter balsámico. Cuando aparece en escena se para la maquinaria competitiva nacional y todo está centrado en ella. Importa más si juegan Torres o Llorente que lo que sucede en los grandes clubes aspirantes a los más preciados títulos. La Selección nos distrae, nos hace olvidar las peleas absurdas y las decisiones sobre el calendario, que siempre hay quienes consideran perjudiciales a sus intereses. Del Bosque es el pararrayos que impide la aparición de tormentas ficticias. Estos días tenemos el pleito de la huelga que anuncian privilegiados, y menesterosos, pero ello, aunque no es asunto menor, de momento nos ha librado de las declaraciones estentóreas de José Mario dos Santos Félix Mourinho. Un alivio. Mañana nueva sesión de la campeona mundial.
Posdata. La FIFA y la UEFA siguen sin establecer divisiones para la disputa de su grandes torneos entre naciones. Consecuencia, patatal en Kaunas.