Londres

Irlanda necesita 24000 millones más para su banca

El Gobierno reestructura el sector e impulsa dos grandes entidades

El primer ministro de Irlanda, Enda Kenny
El primer ministro de Irlanda, Enda Kennylarazon

Los bancos de Irlanda necesitan 24.000 millones de euros para sobrevivir. La cifra es el resultado de someter a cuatro de las entidades principales de la república a unas pruebas de resistencia que, ya de antemano, auguraban malos resultados. Los examinados fueron Bank of Ireland, Irish Life & Permanent, Allied Irish Banks y Educational Building Society (EBS). Estos dos últimos, junto al Anglo Irish Bank y el Irish Nationwide, ya son controlados por el Estado.

La cantidad se suma a los 46.000 millones de euros ya anunciados por el Gobierno anteriormente. En otras palabras, desde la caída del otrora Tigre Celta el coste de la capitalización del sistema bancario irlandés asciende hasta los 70.000 millones de euros.

El dinero para financiar la nueva recapitalización vendrá del rescate que llevaron a cabo la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a finales del año pasado, valorado en 85.000 millones de euros.

Tras conocerse los resultados, en una intervención ante el Parlamento de Dublín (Dáil), el titular de Finanzas, Michael Noonan, indicó que quiere adoptar un «enfoque totalmente radical» para reformar la banca nacional, demasiado grande para el tamaño real de la economía del país. «Las inyecciones de capital se realizarán con el objetivo de crear un sistema bancario que tenga dos bancos universales de servicio completo como principal pilar y unas reestructuradas Irish Life y Permanent», recalcó.

En este sentido, explicó que el «primer pilar» se creará a partir de la «fuerte franquicia» que supone actualmente Bank of Ireland, mientras que la segunda gran entidad surgirá de la combinación del «negocio y la fortaleza» de las marcas Allied Irish Bank y EBS Building Society.

Asimismo, Noonan confirmó que las necesidades de capital están basadas en una ratio mínima de solvencia del 10,5%, una ratio de depósitos «más aceptable» comparada con las normas internacionales y un reajuste de su balance de capital y de financiación para que cumplan con los nuevos requisitos regulatorios de Basilea III. Por último, señaló que cada una de estas entidades deberán dividir sus operaciones entre aquellas que consideran relevantes y las que no.