Sevilla
El Consistorio asegura la ayuda social que no se hace efectiva en las Tres Mil
El Ayuntamiento, a través del área de Bienestar Social, «garantiza» la existencia de fondos para la ayuda social hasta el final del ejercicio en todo el municipio, a pesar de que, según informan desde Cáritas, en la unidad de trabajo social de El Esqueleto, un cartel, en la propia mesa de la consejería de los trabajadores sociales del centro, especifica, textualmente, «la falta de disponibilidad presupuestaria».
El director de área de Bienestar Social, Juan Manuel González, informó a LA RAZÓN de Sevilla, en respuesta a la denuncia efectuada desde Cáritas publicada en este diario el pasado lunes, de que «no falta dotación económica» y que este ejercicio, en previsión de las dificultades derivadas de la crisis, la partida de la Delegación ha aumentado 104.000 euros.
«Los fondos no se han agotado ni hay previsión de que se agoten en todo el año», reseñó González, quien añadió –ante las críticas por la derivación a la parroquia de Jesús Obrero que realizan los voluntarios de Cáritas– que «otra cuestión es que esas personas ya hayan sido perceptores de ayudas anteriores», que haya «incompatibilidad de ayudas» o que los demandantes incumplan una serie de requisitos previos «más estrictos», «por ejemplo, que no haya absentismo escolar». «¿Y si una familia no lleva a los niños a la escuela, qué pasa, que no comen?», replican desde Cáritas. «La ayuda técnica y el seguimiento de las familias está muy bien, pero cuando hay que pagar la luz, el gas, el material escolar, no se tiene dinero para alimentos y se ha acabado la prestación por desempleo hace falta ayuda para comer», recuerdan desde la parroquia salesiana de Jesús Obrero.
Cáritas, principalmente desde abril, se ha visto obligada a recurrir a las citas semanales por la alta demanda –hay colas desde las 5:00 horas– y a aumentar un día la atención asistencial en la iglesia de Jesús Obrero, que recibe a unas 30 familias del Polígono Sur al día y auxilia a otras 60 cada mes a través del economato del Proyecto Fraternitas.
Bienestar Social –cuya labor no se discute desde Cáritas, pero sí se cuestionan los recursos de que dispone– especificó que este año el Ayuntamiento ha atendido a 132 familias nuevas, con entre cuatro y seis miembros cada una. Según Juan Manuel González, sólo se han derivado «entre enero y junio» tres familias a Cáritas, mientras que la entidad religiosa «ha remitido seis casos». La institución católica, por su parte, asegura que no son seis sino «todos» los casos desviados a El Esqueleto, debido a que pone como requisito para la atención que el solicitante, previamente, pase por el centro público «para que tengan constancia de la realidad existente y las necesidades».
El Ayuntamiento especifica que la ayuda de los servicios sociales «no es sólo económica» y la define como «técnica», enmarcada en un proceso de «intervención social» sin desestimar «una ayuda de emergencia puntual»; diferenciándose de la «ayuda asistencial» de Cáritas. En ese marco, por ejemplo, existe un acuerdo con un centro comercial de la zona a través de «talones» entregados en el unidad de trabajo social El Esqueleto o un proyecto de «cooperativa de mujeres».
Asimismo, el Ayuntamiento explicó que, con carácter bimensual, se reúne una comisión de seguimiento en la que participan diferentes entidades –la asociación Entre Amigos y la propia Cáritas– y Bienestar Social para definir el ámbito de actuación. Este viernes está fijada una reunión, tras el «encontronazo» del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, con los voluntarios de Cáritas que le recriminaron la falta de medios en El Esqueleto tras su visita a las Tres Mil.
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