País Vasco

Interior acercará a los presos de ETA menos radicales al País Vasco

El líder abertzale gozaba de un permiso de tres días para que visitara a su padre, enfermo, y lleva 20 en San Sebastián.

Familiares de una de las víctimas de la T-4, en la Audiencia
Familiares de una de las víctimas de la T-4, en la Audiencialarazon

MADRID-El Ministerio del Interior tiene previsto realizar en los próximos días un amplio cambio de destino de presos de ETA y su entramado, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas. La medida forma parte de la estrategia de beneficiar a los reclusos favorables a un fin de las actividades delictivas de la banda y, por el contrario, aplicar el régimen carcelario en toda su extensión a aquellos que siguen dentro de la disciplina de la organización criminal. Arnaldo Otegi, que se encuentra en la prisión de Martutene (San Sebastián), donde fue llevado desde la cárcel de Navalcarnero (Madrid) por enfermedad de su padre, será uno de los reclusos objeto de traslado y su destino, al menos de momento, estará fuera del País Vasco, probablemente en Logroño.La decisión de Interior de redistribuir a los internos se ha adoptado tras la detención, en una operación de la Guardia Civil, de los abogados del entramado, que se encargaban de transmitir las órdenes de ETA a los reclusos y vigilar que nadie se saliera de la disciplina impuesta.Se trata de aprovechar la situación que se ha creado y la ruptura de la correa de transmisión de las consignas de la banda a sus presos, para que, en un ambiente de menos presión, los internos que lo deseen puedan mostrar sus discrepancias con el mantenimiento del terrorismo.Como ha ocurrido en otras ocasiones, los que sean favorables a las «vías políticas» serán acercados a cárceles próximas al País Vasco y tendrán otros beneficios.Arnaldo Otegi se encuentra todavía en la prisión de Martutene después de que el pasado día 16, la sección segunda de la Audiencia Nacional le concediera un permiso de tres días para que pudiese visitar a su padre, que había sufrido un infarto. Pese a haber transcurrido casi 20 días desde la concesión del permiso, y de que se haya ejecutado en su totalidad lo acordado por la Audiencia, lo cierto es que todavía permanece en la cárcel de Martutene. El traslado de los presos, y, por tanto, también el de Arnaldo Otegi, es competencia exclusiva de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior.

Riesgo de fugaSobre este asunto, el presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, criticó el traslado de Otegi a Martutene. «A los presos comunes no, pero a ti, sí, Otegi, porque Instituciones Penitenciarias valora los delitos de terrorismo igual que los delitos comunes. ¡Perdón! Los valora mejor, ya que a los presos comunes no les hace ni caso», subrayó. La Audiencia Nacional rechazó el pasado 24 de marzo dejar en libertad provisional a Otegi al entender que existía un «elevado riego de fuga» y de reiteración delictiva, y que las «razones personales alegadas» no eran suficientes para modificar la situación de prisión provisional en que se encuentra.

«Txeroki» supervisó al detalle el atentado a la T-4El que fuera máximo dirigente militar de ETA, Garikoitz Aspiazu, alias «Txeroki», se encargó de supervisar los preparativos del atentado de la T-4 del aeropuerto de Barajas, en el que murieron dos personas y que acabó con la última tregua de la banda terrorista. El oficial de la Guardia Civil que instruyó la investigación explicó ayer en la Audiencia Nacional que «Txeroki» llegó a reunirse varias veces con los autores materiales para darles indicaciones precisas sobre el atentado. Por su parte, el fiscal, Daniel Campos, solicitó 900 años de cárcel para cada uno de los presuntos terroristas.Mientras, varios abogados que ejercen como acusación popular manifestaron su malestar por la «falta de sensibilidad» del presidente del tribunal, Alfonso Guevara, hacia la madre de una de las víctimas, Diego Armando Estacio. La máxima tensión llegó cuando el abogado le preguntó si dependía económicamente de su hijo. Ante la falta de respuesta, Guevara tomó la palabra para aclararle la cuestión. «Bueno, sí y no», dijo la mujer, a lo que el magistrado le espetó: «Bueno, sí y no, o no. Es lo que le han preguntado (...), más sencillo, agua». La madre entonces dijo que no. «¿Y aportaba algo su hijo para los gastos familiares? (...) No, ya está, pues no dependía», zanjó el juez ante un signo negativo de la mujer.