Actualidad
Al ataqueeer por Ángela Vallvey
Leo en un «prestigioso periódico progre» (en adelante: PPP) que la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, doña Carmen Vela, nombrada por el nuevo ministro de Economía, está siendo apoyada por «toda» la comunidad científica ante el «ataque de la ultraderecha». ¡Horror! ¿Una secretaria de Estado «atacada por la ultraderecha»? «Qué barbaridad», pienso, aterrada. Mi calenturienta imaginación se puebla con imágenes terribles: una banda de neonazis provistos de bates de béisbol dejando en parada cardio-respiratoria a la señora Vela en medio de la calle (¿los políticos españoles van andando por la calle igual que los nórdicos, como Olof Palme, por ejemplo…?). Imagino a Adolf Eichmann, Alois Brunner y Josef Mengele redivivos por algún extraño milagro tecnológico producido en las instalaciones de Ingenasa –empresa de la nueva secretaria de Estado– persiguiendo a la señora Vela ante la mirada estupefacta de ese «miembro de la derecha civilizada» (PPP «dixit») que es el nuevo ministro de Economía, Luis de Guindos. Estoy a punto de llamar a Emergencias cuando continúo leyendo y me doy cuenta de que el PPP (prestigioso periódico etc.) llama «ultraderecha» a todos aquellos que han mostrado malestar por el nombramiento de Vela, conocida por su manifiesto apoyo a Zapatero y encumbrada a un importantísimo puesto de la Administración por un ministro novato quizás despistado. Ultraderechista es, parece, cualquiera que se atreva a mostrar disconformidad con un nombramiento que resulta chocante cuando menos. Suspiro aliviada… Nadie está siendo perseguido por neonazis desquiciados. Luego, reparo en la autoridad moral con que los «prestigiosos medios de comunicación de la izquierda» (disculpen la redundancia) catalogan a todo lo que se mueve, mientras la «derecha civilizada», genuflexa, espera la anhelada absolución o la patada progre en el culo. (Ah, España… No, aquí yo nunca he necesitado drogas para flipar).
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