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En una alcantarilla semidesnuda y sin nombre

En una alcantarilla semidesnuda y sin nombre
En una alcantarilla semidesnuda y sin nombrelarazon

MADRID- Jaime, un vecino de Pinto que ronda los 50 años, no podía imaginar lo que iba a encontrarse el lunes en su rutinario paseo con su perro en la confluencia de las calles Cañada Real de la Mesta y Antonio Machado, de Pinto. Sin embargo, cuando permanecía sobre una de las alcantarillas de la vía aparecieron dos empleados del Ayuntamiento de Pinto que estaban echando raticida por las cloacas de las calles.

Jaime desplazó su posición sólo unos metros para no interrumpir el trabajo de los operarios. Sin embargo, fue el primero en advertir que en la alcantarilla había algo. Al principio creyeron que podría tratarse de una muñeca, pero decidieron cerciorarse. Cuenta Jaime que, en medio del desconcierto, propuso avisar antes de tocar nada a la Guardia Civil. La constatación llegó a las 16:45 horas de ayer, después de que la calle de la Cañada Real de la Mesta se llenara de coches de la Guardia Civil de Tres Cantos (que investiga el caso), Policía Científica y hasta el grupo de la Unidad de Reconocimiento de Subsuelo de la Agrupación Rural de Seguridad, que rescataron el cuerpo de la alcantarilla e inspeccionaron el terreno para la búsqueda y localización de pistas.

Según declararon ayer fuentes de la investigación a este periódico, el cuerpo presentaba un golpe fuerte en la cabeza y el rostro estaba totalmente desfigurado. El vecino que halló el cuerpo junto a los operarios municipales aseguró a este periódico que, antes de que los agentes sacaran el cadáver, su cuerpo permanecía en forma de ovillo con la cabeza hundida hacia dentro, entre las piernas, «tenía el pelo moreno y liso», apenas llevaba puesta una chaqueta amarilla y carecía de documentación.
El juez dictaminó secreto de sumario, aunque ayer se supo que la fallecida presentaba un avanzado estado de descomposición, por lo que podría haber estado en la alcantarilla varios meses, lo que dificulta las labores de identificación. Sus huellas podrían haber quedado desdibujadas por el paso del tiempo, con lo que los técnicos tendrán que recurrir al ADN o la ficha dental de la mujer. Ahora también se tendrá que dictaminar cómo murió, si se trata de una caso de violencia de género y de qué manera llegó el cuerpo a la alcantarilla, ya que los vecinos insistieron ayer en que «se trata de un barrio muy tranquilo», en el que «nunca hay problemas».

Al principio creyeron que podría ser un mendigo que suele estar por la zona, pero al ver que se trata de una mujer, ayer, estaban desconcertados. «No creemos que sea una chica del pueblo, o al menos del barrio, porque aquí nos conocemos todos y hubiéramos sabido de la desaparición de alguien».

La Benemérita trabaja con la hipótesis de que el cuerpo pueda ser de alguna mujer desaparecida en la zona en los últimos meses, aunque ayer ya se descartó que fuera María Piedad García Revuelta, la vecina de Boadilla que desapareció en diciembre de 2010.