Cataluña

Chacón llama a sobreponerse de la derrota sin hacer autocrítica

Llueve sobre mojado en Nicaragua. La sede del PSC anocheció ayer con aires de velatorio y con la amarga sensación de saber que los peores presagios electorales se habían hecho realidad. Ni victoria por la mínima, ni triple empate, el PSC cedía el histórico liderazgo electoral de las generales en Cataluña a CiU.

El rostro de Carme Chacón reflejaba el amargo resultado logrado ayer
El rostro de Carme Chacón reflejaba el amargo resultado logrado ayerlarazon

BARCELONA- La procesión va por dentro, suelen decir los mayores. Y es que no debe de ser fácil salir con una sonrisa cuando tu partido se ha dejado once escaños (de 25 a 14) y casi 800.000 votos.

Pero el guión manda y la candidata, Carme Chacón, visiblemente afectada, cruzó la sala cabizbaja y sin saludos de compromiso. A duras penas podía sonreír. Se encaramó a la tarima y, sin despegar la mirada de los papeles, felicitó a sus oponentes. Tampoco se molestó en esbozar los motivos de la derrota o de mostrar un mínimo de autocrítica.

Como si de un mitin se tratase, Chacón volvió a repetir las mismas consignas de la campaña electoral. «Hemos perdido las elecciones, pero no estamos derrotados», señaló la candidata socialista. «Nos sobrepondremos y sabremos acudir a la cita con el futuro», añadió flanqueda por el primer secretario, José Montilla, y el secretario de organización, José Zaragoza.

Pintaban bastos para los socialistas catalanes y las elecciones así lo han corroborado. Ni siquiera han podido frenar el varapalo general del PSOE y presumir de ser una de las pocas excepciones electorales de un país teñido de azul. No fue así. A la gran perdedora de la noche, la candidata del PSC, se le presenta un futuro que no esperaba. La ya ministra de Defensa en funciones dependía del resultado electoral para optar así al liderazgo del PSOE. Con esta derrota, no sólo el PSOE parece una opción remota, también se aleja el PSC. Los socialistas catalanes, revueltos y en pie de guerra, celebran un congreso en diciembre del que tiene que salir una nueva cúpula y una hoja de ruta.

Con los resultados en la mano, Carme Chacón tiene difícil el papel de aglutinar las diferentes sensibilidades de la familia socialista catalana y utilizar al PSC como trampolín hacia el PSOE que, a su vez, celebra otro congreso en febrero para buscar un sustituto a José Luis Rodríguez Zapatero. En todas partes cuecen habas.