Estados Unidos

Denuncian la detención de unos 50 opositores en Cuba

Alrededor de medio centenar de opositores cubanos fueron reprimidos y detenidos al iniciar una marcha el viernes en las calles de la ciudad oriental de Palma Soriano, denunciaron hoy a Efe fuentes familiares y de la disidencia interna.

Según dijo Berta Soler, portavoz del movimiento disidente "Damas de Blanco", fueron detenidos cerca de 50 opositores, entre ellos su esposo Ángel Moya, y José Daniel Ferrer, ambos expresos políticos del "Grupo de los 75".

Soler dijo que aún están detenidos 31 manifestantes y según la versión que recibió de algunos de los 19 ya liberados, ellos intentaron reactivar el pasado viernes la marcha pacífica denominada "Boitel-Zapata vive".

"Salieron de la casa en la que se habían reunido y solo habían caminado una calle cuando fueron reprimidos violentamente por una brigada de respuesta rápida (grupo de personas pro-gubernamentales) y arrestados por la policía", añadió.

"Responsabilizamos al gobierno cubano por la integridad física de estos hombres porque esas personas tienen el derecho a moverse libremente", dijo Soler al tiempo que demandó "la atención médica requerida para todos los que la necesiten".

Por su parte, el también portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, indicó que fuentes de la oposición le refirieron que "ha habido mucha represión política los días 1 y 2 de este mes en las provincias orientales de Guantánamo y Santiago de Cuba".

El activista de derechos humanos denunció que en Palma Soriano (provincia de Santiago de Cuba) se registraron 52 detenciones y en Guantánamo al menos 35, estos últimos, integrantes del grupo opositor "Movimiento resistencia y democracia".

"Ya han sido puestos en libertad algunos y el pronóstico es que serán detenciones temporales y los liberen a todos", indicó Sánchez.

No obstante, manifestó "preocupación por la alta cifra de arrestos por motivos políticos ocurridos en solo 48 horas"y la "violencia deliberada"de la policía para reprimir a los manifestantes".

El Gobierno cubano considera a los disidentes y la oposición interna "contrarrevolucionarios y mercenarios pagados"por Estados Unidos.