Elecciones andaluzas
El paro del 14N vuelve a evidenciar las voces discordantes del bipartito
Díaz dice ahora que la agenda de la Junta no se cancela pero IU ratifica que hará huelga
Sevilla- Tanto la consejera de Presidencia, Susana Díaz, como el vicepresidente andaluz, Diego Valderas, dejaron al descubierto ayer que el Ejecutivo andaluz no tiene una «única voz», como el martes en San Telmo defendió su portavoz, Miguel Ángel Vázquez. ¿Cuál fue el asunto que ha vuelto a mostrar las diferencias en el bipartito? El segundo paro general de esta legislatura convocado por los principales sindicatos el 14 de noviembre y que ha provocado que PSOE e IU pidan el aplazamiento del pleno del Parlamento previsto para esa jornada.
Primero, Díaz matizó a un portavoz, cuyas palabras en relación a la agenda institucional del Gobierno regional ese día, «se interpretaron mal», según la socialista. Mientras Vázquez había aseverado que «lo normal, si toda la sociedad está en huelga y se produce una protesta mayoritaria», era que no tuviera «sentido» mantener la labor del Ejecutivo –aunque deslizó un «ya veremos»–; Díaz fue mucho más contundente.
«El Gobierno andaluz no va a suspender la agenda institucional, lógicamente», aseveró. Pero también puntualizó, dándole a Vázquez una cierta vía de salida que no sonara a desmentido. Mantuvo que el equipo de Griñán y Valderas «continuará su actividad con la sensatez propia de que no es el día más adecuado, por ejemplo, para acudir a un centro de trabajo o a una empresa donde los empleados en esos momentos estén manifestando su derecho a la huelga, secundando el paro».
La titular de Presidencia quiso recordar también que la decisión del aplazamiento de la sesión plenaria de la Cámara autonómica «no ha sido» de la Junta, sino del «propio Parlamento».
Un discurso que refrendó además el «número dos» del PSOE andaluz, Mario Jiménez, quien desde la órbita del partido apoyó al Ejecutivo andaluz en la decisión de mantener su agenda.
Sin embargo, el coordinador general de IULV-CA y vicepresidente andaluz, Diego Valderas, avanzó que todos los cargos públicos de su federación, incluidos los consejeros y él mismo, secundarán el paro. Lo hizo en la sede de la coalición, junto a los secretarios regionales de CC OO, Francisco Carbonero, y UGT, Manuel Pastrana, con los que se reunió precisamente para analizar la convocatoria del 14-N.
¿La razón? En todos ellos «la condición de clase está en un terreno de prioridad». Valderas se mostró partidario de que la Junta atienda sus responsabilidades institucionales ese día «en los límites que considere oportuno». De hecho, apostilló que si en la jornada de huelga algunas instituciones públicas limitan su acción habitual «será más loable» que cuando la reducen o la anulan por otros motivos.
En la misma línea, su compañero de siglas y consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, planteó que con el retraso del pleno «no se suspende la democracia» –en alusión a las palabras de Griñán con las que justificó que la Cámara no secundara el paro general en la etapa de Zapatero–, sino al contrario, ya que la huelga «es un acto de vitalidad democrática y constitucional».
El presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, por su parte, acusó a Griñán de actuar por «intereses de partido» al respaldar que el Parlamento andaluz cambie la fecha de su sesión plenaria.
Alertan de la imagen «negativa» del parón institucional
El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Santiago Herrero, consideró ayer «absolutamente inadecuada» cualquier suma a la huelga del 14N procedente de instituciones como el Parlamento o la Junta y avisó de las consecuencias para la inversión y de la imagen «negativa» que se transmite. Recordó a Griñán que en otras ocasiones defendió la continuidad de la actividad institucional.
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