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El último Azcona

Una de las escenas de la cinta en la que le ponen la dentadura al muerto
Una de las escenas de la cinta en la que le ponen la dentadura al muertolarazon

Durante los años cincuenta, sortear la censura cinematográfica en España se había convertido en un desafío más de la producción. El talento de Rafael Azcona, como el de Luis García Berlanga, era más que suficiente para urdir las tretas necesarias y conseguir reflejar la España de la época con sus luces y sus sombras. Sin embargo, hubo un escenario que se le resistió al guionista: el velatorio de un recién finado. «Los muertos no se tocan, nene» iba a ser la tercera película de una trilogía formada junto a «El pisito» y «El cochecito», dirigidas por Marco Ferreri y escritas por Azcona. Pero el autor sí llegó a escribir la novela, que han retomado Juan Gona, José Luis García Sánchez y David Trueba para hacer revivir esta historia en la gran pantalla. «Con esta película, llegar al público de mi edad es pan comido, y los jóvenes van para reírse de sus padres», explica el director, José Luis García Sánchez, que junto a parte del equipo se encuentra inmerso en una «tournée» por toda España para presentar la película como si de una compañía teatral se tratara.

«Un país de secundarios»
 Rodada en blanco y negro y con la voz doblada –como se hacía en aquella época–, nada hace suponer que se trata de una cinta del siglo XXI. Incluso los grandes encuadres, donde cabía prácticamente todo el elenco de actores, se respetan. «Somos un país de secundarios. En España no tenemos cara de protagonistas, por eso Javier Bardem y Penélope Cruz se han ido. Además, la perfección y la expresividad no suelen ir unidos», añade el cineasta.

Silvia Marsó, Blanca Romero, Mariola Fuentes, Laurentino Rodríguez, Carlos Iglesias, Carlos Álvarez-Nóvoa y Carlos Larrañaga, entre otros, pueblan las escenas de una película que rescata el espíritu de este país, en el que un velatorio se convertía en todo un acontecimiento social. «Crecimos con Berlanga, con ese reflejo de la España profunda que todavía existe», explica Álex Angulo, otro de los actores. «No me gusta verlo como un homenaje al guionista, porque él sigue vivo gracias a la obra que nos ha dejado. No existe nostalgia en la película, porque el esperpento todavía perdura. Diría más bien que es un "gracias, Azcona"», añade. Tina Sainz, que encarna a otro personaje, asegura que las directrices de interpretación fueron muy claras: «Vimos de nuevo "El pisito"y "El cochecito". Estas dos grandes películas nos mostraron el camino», aseguró. Tras su paso por el Festival de Sevilla, «Los muertos no se tocan, nene» se estrena esta semana en los cines de Madrid.

 

Más que un protagonista
¿Le hubiera dado Rafael Azcona (en la imagen) el visto bueno a la película? No podemos saberlo, pero sí lo que opinó su viuda tras verla. «Nunca hubiera aceptado que el protagonista fuera él mismo», nos cuenta García Sánchez sobre la reacción de su esposa. Y es que el personaje central, el adolescente Fabianito, es un álter ego del escritor.