España
Como un Trueno
Tras varios años de retraso, llega la película basada en el cómic
Iba camino de convertirse en la producción más accidentada de la historia del cine español. Tras muchos intentos y directores (Juanma Bajo Ulloa y Daniel Calparsoro fueron algunos de los que se habló para realizarla), finalmente, la adaptación de uno de los cómics españoles de mayor éxito da el salto a la gran pantalla. Antonio Hernández ha sido el encargado, en el más amplio sentido de la palabra, de hacer el proyecto realidad, cuando, como en el caso de «Manolete», pocos creían ya que íbamos a ver esta película en España.
La visión de un niño
«Para mí fue un encargo y no tuve que sufrir todo el proceso anterior. Al contrario: en cuanto me contrataron todo fue muy rápido», explica Hernández, al que este proyecto le resultó un tanto inusual: «Estoy más acostumbrado a dirigir cine de autor. Sinceramente, no me veía haciendo aventuras», confiesa el director, que últimamente también ha hechos muchos trabajos en series de televisión como «Los Borgia», donde coincidió con el que se convertiría finalmente en el Capitán Trueno, Sergio Peris Mencheta.
El punto más delicado de esta producción fue, tras su difícil puesta en marcha, la adaptación de un cómic con legiones de admiradores. «Me liberé de ese prejuicio y dejé que saliera lo más profundo de mi infancia, lo que sentía de niño cuanto jugaba. Aunque, obviamente, intento satisfacer al público, ya que es mi obligación, no reflexioné mucho sobre el cómic, y no me arrepiento», asegura Hernández. El director se muestra muy seguro sobre su apuesta en esta adaptación: «Conocía bien el cómic. No he necesitado revisitar ni una línea. Existen cosas indelebles en tu infancia que se quedan grabadas», añade.
Sobre la supuesta sencillez de este trabajo también habla su protagonista, que estuvo en el proyecto desde el principio: «Son personajes limpios, icónicos. Pero, al partir de este punto, existe el peligro de caer en el cliché. En mi caso, imaginé cómo son los personajes que me rodean, ya que intuí que todos son parte del carácter de Trueno», dice Peris Mencheta, quien sí sufrió los obstáculos de esta producción. «Sentíamos una especie de maldición: se convirtió en un perro con distintos collares. Incluso cuando parecía que todo marchaba, también hubo complicaciones. Quizá esto se explique por la falta de costumbre de la industria del cine español a hacer películas de aventuras. A ver si nos creemos de una vez el gol de Iniesta», comenta el actor.
Frío y calor
El rodaje fue, asegura el director, «especialmente duro, ya que el 90 por ciento de las localizaciones son exteriores. Ha sido un gran reto: sin la implicación de todo el equipo no hubiera sido posible. Hemos formado una familia alrededor de "Capitán Trueno"». Eso sin contar las múltiples peleas que componen la acción de la cinta: «Fue muy cansado: pasamos mucho calor y mucho frío. Fueron nada menos que 36 peleas. Por fortuna, tuvimos cuatro meses de preparación antes de rodar».
El adelgazamiento de Goliath
Ninguno de los dos es un Adonis, pero el Goliath de esta versión está algo más en forma que el dibujado por Miguel Ambrosio Zaragoza. Eso sí, al igual que en la historia de Víctor Mora Pujadas, el personaje no para de comer y es tan rudo y tan bruto como su aspecto hace presagiar. «Un hombre básico e infantil», como lo describe su compañero Capitán Trueno. No en vano, se seleccionó nada menos que a un lanzador de peso, Manolo Martínez, para este personaje. Como compensación estética, Natasha Yarovenko encarna a Sigrid.
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