Debate Estado Nación

Los barones urgen a Zapatero a mantener viva la agenda reformista

Los barones del PSOE querían formar parte de la estrategia del Gobierno y ayer el presidente dio el primer paso para atender la demanda de los suyos. Poca concreción, pero grandes dosis de optimismo y satisfacción salieron del Consejo Territorial del PSOE, donde están representados los secretarios generales de todas las federaciones y los barones

Marcelino Iglesias y Zapatero, en la reunión del Consejo Territorial del PSOE
Marcelino Iglesias y Zapatero, en la reunión del Consejo Territorial del PSOElarazon

Sólo el catalán Montilla y el balear Antich se saltaron la cita, a la que también acudieron los tres vicepresidentes del Gobierno y el ministro de Trabajo. El cónclave, que comenzó con un almuerzo de trabajo y se prolongó hasta las siete de la tarde, abordó de forma monográfica la reforma de las políticas activas de empleo que el Ejecutivo plasmará, tras una ronda de contactos con los agentes sociales y las distintas comunidades autónomas, en un decreto ley en el que habrá nuevas fórmulas de coordinación entre las competencias normativas del Gobierno y las ejecutivas de las autonomías, instrumentos que conjuguen mejor lo público y lo privado en la intermediación del mercado de trabajo y servicios de empleo más personalizados.

Ni Zapatero se marcó límites temporales ni nadie le urgió a ello, pero quedó claro, a juzgar por las palabras del coordinador del Consejo Teritorial, José María Barreda, que el PSOE parece «dispuesto a emprender una verdadera ofensiva en materia de políticas sociales» y a llevar al «corazón de la agenda social la situación de los desempleados».

Pero, salvo que hay que reorientar los 8.000 millones que se dedican a las políticas activas de empleo y que el PSOE quiere que la formación deje de priorizar a los parados que proceden de la construcción y se ocupe más de los llamados empleos blancos (sanidad, educación y dependencia), verdes (medio ambiente y energías limpias) y azules (telecomunicaciones), poco más salió de la «cumbre» socialista sobre esta materia. El resto de la cita sirvió para que los barones urgieran a Zapatero a mantener el calendario reformista más allá de las citas electorales y para que éste se comprometiera con el poder territorial del PSOE a llevar la iniciativa hasta el final de la Legislatura. Formación, las ya mencionadas políticas activas de empleo, la conciliación de la vida familiar y laboral y la Igualdad de trato forman parte de su inmediata hoja de ruta. Así se lo anunció a los suyos, que pusieron en valor «la cohesión y la unidad y las ganas de hacer política» del PSOE. «La política se gana desde la política. Hay que poner en valor las decisiones que tomamos», emplazó el presidente a los suyos. Y en eso están, tras los cambios en el Gobierno y en el PSOE, han marcado un punto de inflexión en el ánimo de los socialistas: «Ha quedado claro que queremos jugar el partido y que salimos a ganarlo».


Barreda quiere tensión competitiva
El cambio de Gobierno ha sido una condición necesaria, «pero no suficiente», para ganar las elecciones, dijo ayer el castellano-manchego José María Barreda antes de entrar a un Consejo Territorial que él mismo venía demandando desde hace meses. Para Barreda, un convencido de que el PSOE aún puede remontar en las encuestas, es necesario que los socialistas mantengan «la tensión» política hasta final de la Legislatura.