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La caída del crudo no impide otro «gasolinazo»

Llenar el depósito cuesta 10,5 euros más que en 2010. El Brent pierde un 7,32%

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Otro motivo más para el incremento de la inflación y otra preocupación para los castigados bolsillos de los españoles. El precio del litro de gasolina volvió a marcar ayer un nuevo máximo histórico, el quinto consecutivo, y se situó en 1,381 euros. Desde febrero, el precio de este carburante no ha bajado de 1,3 euros y llenar un depósito de 55 litros cuesta ahora 76 euros, 10,5 euros más que hace un año.


El diésel da un respiro
En el caso del gasóleo de automoción, la tendencia fue distinta y el precio medio del litro dio un pequeño respiro a los consumidores al situarse en 1,294 euros, un 0,6% menos que la semana anterior. Es la segunda vez que el diésel cae por debajo de 1,3 euros en lo que llevamos de año, y llenar un depósito cuesta ahora 71,2 euros, 10,7 euros más que en la misma semana del pasado ejercicio.

Los precios de la gasolina y el gasóleo acumulan sendas subidas del 16% y del 17,6%, respectivamente, en un año, un repunte que los expertos vinculan con el coste de los carburantes en los mercados al por mayor del mar Mediterráneo y del noreste de Europa y de los impuestos, que suponen casi el 50% del precio final.

Los precios del litro de gasolina y gasóleo sin impuestos se sitúan actualmente en 0,728 y 0,75 euros, respectivamente, y superan la media europea. El peso de los impuestos en el precio final asciende al 47,3% en el caso de la gasolina y al 42% en el diésel.

La caída del barril de petróleo, que acumula un descenso del 7,34% desde que tocara el máximo anual de 126,39 dólares en abril, no ha impedido que los carburantes se sitúen en niveles desconocidos desde el verano de 2008. El Brent, de referencia en Europa, escaló hasta su máximo histórico de 147,5 dólares el 11 de julio de 2008, mientras que ayer despidió la sesión en 117,11 dólares en el mercado de futuros de Londres. El Texas cayó por debajo de los 100 dólares en Nueva York.

La diferencia en la cotización actual del Brent respecto a la del verano de hace tres años representa una caída del 80% que no se ha trasladado a los carburantes. No en vano, el litro de gasolina de 95 octanos está más caro que entonces, mientras que el de diésel se sitúa cerca del máximo de 1,329 euros marcado en julio de 2008.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, cree que el periodo medio que tarda en trasladarse una subida o bajada del crudo a las gasolinas es de dos semanas.