F. C. Barcelona
El marcador marcado
Unas fotografías le descubrieron haciendo manitas – y me refiero a cogidos de las manos a la altura de las barbillas – con el díscolo Ibrahimovic al término de un entrenamiento del Barça. De inmediato, la afirmación ambiental, no la pregunta: «Piqué es gay». Se tronchó.
Escupió por la espalda a Pedro Cortés, delegado de la Selección, en el autobús de la alegría el día que los campeones llegaron a Madrid desde Suráfrica. Pidió perdón en privado. Mostró al mundo entero la «manita» del 5-0 en el Camp Nou antes de que Puyol se la bajara. Y antes de que la bola dejara la huella de un terremoto en el Camp Nou, hizo público su noviazgo con Shakira y despertó la insana envidia de la mitad de la población masculina y el recelo de aquellos que se habían hecho ilusiones con él. «¿Pero no era de la cáscara amarga?».
Es la imagen de una firma de moda. Beckenbauer le considera el mejor central del mundo. Dicen que en el vestuario del Santiago Bernabéu, después del 1-1 y antes de la final de Mestalla, provocó a los jugadores rivales de esta guisa: «¡Españolitos, os vamos a ganar la Copa de vuestro Rey!».
En una entrevista con Luis Martín, confiesa: «Eso es mentira y los que estaban allí saben lo que dije. Y por quién iba». «A quien dude le recuerdo que yo gané un Mundial con "La Roja"por si lo ha olvidado. Y me partí los morros». «Llevo desde los dieciseis años jugando en la Selección y aún leo tonterías de que yo insulto a los españoles». Su autodefinición: «Siempre me gustó destacar, ser diferente». Lo ha conseguido. Es Piqué, el marcador marcado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar