Afganistán

Tres capitanes en el Olimpo español de los héroes

Dos capitanes que combatieron en Afganistán y otro en la operación Atalanta reciben la cruz al mérito militar con distintivo rojo

Tres capitanes en el Olimpo español de los héroes
Tres capitanes en el Olimpo español de los héroeslarazon

Sus nombres eran ayer tres líneas del Boletín Oficial del Estado en medio folio. Sobre ellos, una orden del Ministerio de Defensa de octubre por la que se les concede la cruz del mérito militar y del mérito naval con distintivo rojo. Probablemente, en el plano oficial, el reconocimiento a los capitanes Pedro López de Lis y Alberto Pérez Montes, del Ejército de Tierra, y Rafael López de Anca García, del Cuerpo de Infantería de Marina, no pasen de ese medio folio del BOE.

Pero tras la frialdad del documento oficial hay tres historias de heroísmo que les han hecho merecedores de la máxima condecoración que hoy día se otorga. Una, conocida, la del capitán López de Anca. No en vano fue quien dirigía el equipo que rescató a una ciudadana francesa de manos de los piratas somalíes y que realizó una operación perfecta en las que llegaron a intercambiar disparos con los piratas a diez metros de distancia. Él, además de encabezar ese equipo, no dudó en lanzarse al agua en las dos ocasiones en las que Evelyn Colombo cayó de la embarcación. Se tiró al océano con todo el material encima, incluido un chaleco antibalas que le dificultaba los movimientos e incluso el mantenerse a flote.

Los otros dos condecorados de ayer se ganaron su cruz al mérito militar con distintivo rojo en la guerra de Afganistán. Se las ganaron a fuerza de tiros pero sobre todo por su buen hacer, por su capacidad de mando en situaciones difíciles y tensas. El capitán Pedro López de Lis, entonces en la Brigada Ligera Aerotransportable, fue el encargado de tomar y defender una loma en el comienzo del valle del Murghab desde la que se inició la conquista de una zona en manos talibán. Sobre esa loma se instaló el puesto Eco, el primero que se adentraba en el avispero. Durante cuatro días, en los que el enemigo se resistió, el capitán y su compañía resistieron y echaron a los talibán mientras los ingenieros establecían una "minibase"sobre la loma. El modo en el que guió a sus hombres en esa batalla y la eficacia de su operación le valen hoy esa distinción.

El mérito de su compañero, el capitán Alberto Pérez Montes, fue en el otro extremo de la provincia, en la zona de la ruta Lithium, al noroeste de Ludina, en enero de este año. Allí, su compañía fue emboscada desde varios puntos con armas ligeras. En el enfrentamiento resultó herido un cabo primero de Infantería de Marina, que fue evacuado mientras la compañía resistía el ataque y hacía retroceder al enemigo. En medio de la refriega, el cadáver de un niño en la carretera desató las iras de la población local, con lo que el capitán no sólo tuvo que hacer frente a un nutrido grupo de talibanes, sino que tuvo que sacar toda su diplomacia para calmar los ánimos y demostrar que aquel niño había muerto por los disparos de los talibán. La compañía volvió al cuartel dejando atrás a un enemigo rechazado y una población calmada.

Los tres, desde el miércoles están en el olimpo de los héroes españoles.